Más armas para luchar contra la polución visual en el centro

La norma establece la exigencia de soterrar los cables y pone límites a la publicidad

05 dic 2018 / 11:16 H.

El Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Casco Histórico (Pepri), que fue aprobado en 1996, necesita una actualización, lo saben en el equipo de Gobierno y también en la oposición, es un asunto recurrente en los plenos municipales. Mientras llega el cambio definitivo, el documento se modifica puntualmente, de la mano de la Concejalía de Casco Histórico y Promoción Económica, que dirige Rosario Morales de Coca. Ya se impulsó la modificación que abre la puerta al cambio de uso de inmuebles, con el objetivo de hacer más atractivas las inversiones en el centro, y acaba de entrar en vigor otra innovación, con la que se busca ahondar en la puesta en valor de la parte vieja de la capital, en muy mal estado en algunas zonas. Con la renovación se abre la puerta a trabajar en cuestiones como el soterramiento de los cables o la limitación de la publicidad, para que esté acorde con el entorno y ofrezca una imagen unificada y limpia, sin contaminación visual.

“El cambio ya está en vigor. Eso significa que todo lo nuevo ha de hacerse según la nueva ordenanza. Respecto a lo antiguo que no la cumpla, queda automáticamente en situación legal de fuera de ordenación”, aclara la edil que deja claro que ya se trabaja en cuestiones como las banderolas. Para determinar cuales tienen que cambiar, para adecuarse a la ley, se busca ya el mejor método. Otro de los logros de la modificación del Pepri es avanzar en el soterramiento del cableado. El hecho de que exista tendido eléctrico en la manzana más monumental de la capital es motivo de queja y preocupación para los vecinos y también para los empresarios. “Su soterramiento y ocultación pasa por sentarnos con la compañía suministradora y establecer la estrategia”, avanza la responsable municipal, que no esconde la necesidad de, más pronto que tarde, elaborar un nuevo Pepri que se adapte a la actual realidad.

Francisco Jesús Castro Liébanas, presidente de la Asociación Torre del Concejo, que defiende los intereses del histórico barrio de San Juan, se muestra satisfecho con el paso dado por el pleno de la Corporación Municipal. “Me alegra que pueda ser un paso a la descontaminación visual, pero no me creo nada. También dijeron que obligarían a limpiar los solares el día 1 de junio. Hablamos de un Bien de Interés Cultural y es tanto obligación del Ayuntamiento velar por su conservación, como de la Junta procurar que la Administración local lo haga”, argumenta.

El representante vecinal apunta a cuestiones concretas que es preciso solventar de inmediato, como el cartel publicitario del solar del APA-III, en la calle Martínez Molina, con la esperanza de que, con la actualización del Pepri, se logre de una vez. “Ya es hora de que lo quiten, en varias ocasiones hemos comentado su ilegalidad”, lamenta el responsable de la asociación, que recuerda la necesidad de acometer el prometido centro educativo en esta parcela.

vallas para cerrar todos los solares

Los solares, en el ámbito del Pepri, según la ordenanza municipal, deberán cerrarse con una cerca de material resistente, incombustible, de dos con cincuenta metros de altura como mínimo, revocada, pintada o tratada de forma que su acabado sea agradable, estético y contribuya al ornato de la ciudad. El plazo máximo para levantar estas cercas, en el caso de inmuebles que se derriben es de tres meses.