Manos Unidas vuelve a plantar cara al hambre en el mundo

Luchar para que ninguna persona pase hambre en el mundo. Ese es el objetivo que siempre dio sentido a la ONG Manos Unidas. Así, en su 57 campaña, la organización vuelve a sus raíces para centrar sus esfuerzos en su origen. “Una vez que se han acabado los objetivos del milenio sobre los que trabajamos durante los últimos ocho años, volvemos a nuestros orígenes”, explica el presidente delegado, Cristóbal Medina.

El representante del colectivo recuerda que la primera campaña que realizó Manos Unidas fue en respuesta a un llamamiento de la FAO —el organismo para la agricultura y la alimentación de la ONU— porque había mucha hambre en el mundo. Un grupo de mujeres de la Iglesia de Acción Católica se ofreció para luchar contra este problema. Fue ahí cuando nació la ONG Manos Unidas.

De esta forma, la nueva campaña se enmarca en un nuevo trienio porque quieren luchar con fuerza contra los quince millones de personas que padecen hambre. “Queremos llegar a contemplar los factores por los que se produce el hambre en el mundo así como a todas las soluciones posibles”, abunda Medina, quien subraya que no se trata de “una cosa sola” que se pueda hacer, sino “un conjunto de medidas”. “Las haremos nosotros e intentaremos que lo haga cada persona de una forma responsable”, manifestó el presidente delegado. En este sentido, Cristóbal Medina señaló que, entre las medidas, está un consumo más lógico y responsable, un llamamiento a los estados para que cuiden el medio ambiente, la agricultura y la biodiversidad. Objetivos que desarrollarán en los próximos tres años bajo el lema: “Plántale cara al hambre. Siembra”.

Por otra parte, el presidente Cristóbal Medina explicó que, para esta campaña, se pondrán en marcha siete proyectos de la provincia en distintas zonas de África, Asia y Latinoamérica. En total cuentan con un presupuesto de 432.000 euros que se distribuyen a lo largo de toda la diócesis.

Concretamente, en la capital jiennense se apoyará un proyecto que consiste en la terminación de la construcción de dos colegios en dos pueblos en Burkina Faso. “Se han quedado pequeños y hay cerca de cuatrocientos niños que no tienen donde escolarizarse. Ahora mismo dan clases en chozas”, dice Medina, que cuenta que el colegio fue realizado por Manos Unidas en el año 2013. “Al crecer tanto la población el centro escolar resulta insuficiente para acoger a todos los menores”, dice.

Por su parte, el arquitecto Galo Reinaldo Gobarín Alén explicó, en la parroquia de San Eufrasio, la nueva campaña de Manos Unidas. Además, el misionero jesuita laico experto de Manos Unidas describió el proceso en Paraguay sobre la alimentación en comunidades campesinas para dotarlas de productos agrarios. “Está dentro de las políticas públicas”, sostuvo.