Los vecinos de Las Fuentezuelas no se rinden

Los residentes del barrio ponen en marcha un calendario de movilizaciones por su centro social

16 sep 2017 / 12:24 H.

La firma del protocolo de uso compartido entre la concejal de Bienestar Social, Reyes Chamorro, y la presidenta de Fejidif, Pilar Martínez, que se produjo el pasado miércoles, no sentó nada bien a decenas de residentes del barrio y a la propia Asociación de Vecinos “Fuente del Árbol”, que puso en marcha un calendario de movilizaciones. El pasado jueves, durante la tarde-noche, un importante grupo de vecinos se concentró delante de su centro social. Lo hizo bajo la premisa de que nada de que nada tienen contra la federación de discapacitados, pero consideran que el Ayuntamiento, si le quiere ceder un local, tiene que buscar otro porque el centro social del barrio tiene que continuar prestando los servicios que daba a los vecinos hasta ahora.

“No estamos en contra de que Fejidif se venga, pero sí respecto a que el Ayuntamiento nos quite nuestro centro”, afirma Mónica Ávila, una de las usuarias. Además, continúa: “Cuenta con alrededor de 400 usuarios, por lo que no vamos a consentir que la concejal nos diga que estaba vacío. Allí hacíamos muchos talleres y resultaba un punto de encuentro para los vecinos de Las Fuentezuelas”. Por eso, señala: “No nos oponemos a compartir, pero siempre que se pueda. Con solo tres aulas que tiene el centro, resulta imposible. ¿Quitamos las mesas de Fejidif para hacer aerobic, el taller de memoria o pilates? No se puede”. Estos vecinos de Las Fuentezuelas mantienen un calendario de movilizaciones. También recogen firmas e informan a otros residentes de la situación que viven con el centro social con el objetivo de “reclutar” a más personas para la causa, que consideran totalmente justa. Además, tienen previstas una serie de reuniones con el objetivo de que esta problemática se trate en el pleno municipal para encontrar una solución. Su asociación capitanea la iniciativa, que considera justa. También asevera que no es verdad que este centro social se encontrara desocupado o sin uso, sino que el Ayuntamiento, poco a poco, le ha restado funciones. De hecho, relatan que les quitaron el personal para abrir las puertas y una serie de servicios para dejarlo sin funcionamiento. Además, cuentan que el Ayuntamiento llegó con unos camiones para llevarse todo el material y prepararlo para los nuevos inquilinos y así desalojarlos de allí. Pero, a tenor de cómo se movilizan ahora, parece que no va a resultar nada sencillo conseguirlo.