Los nuevos radares “indetectables” ya multan en la provincia

Los aparatos destacan por ser portátiles, de tamaño muy reducido e inalámbricos, ya que se controlan con un móvil

21 jun 2018 / 08:20 H.

Los radares Velolaser, portátiles son la última herramienta de la Dirección General de Tráfico para “cazar” a los conductores que superen la velocidad máxima permitida en cada tramo. Estos dispositivos son prácticamente indetectables, debido a su diminuto tamaño y a que son inalámbricos y no necesitan cables para funcionar. Se pueden colocar en trípodes, en vehículos —tanto en marcha como parados—, adheridos a señales de tráfico e, incluso, a postes y a los propios guardarraíles de la carretera. La DGT anunció, durante la presentación de la pasada operación salida de Semana Santa, que los agentes de la Guardia Civil de Tráfico ya tienen a su disposición 60 de estos aparatos, muy difíciles de detectar y de anticipar. Al menos uno de los radares Velolaser está funcionando en la provincia. En concreto, y tal y como se puede apreciar en la fotografía que acompaña esta información, ha estado instalado en la antigua Nacional 323. En concreto, estaba acoplado a una señal de limitación de la velocidad de 80 kilómetros por hora.

Debido al carácter portátil de estos radares, las ubicaciones irán cambiando de manera permanente, según anunció la DGT cuando se pusieron en marcha. Además, son capaces de controlar la velocidad en dos carriles distintos, inclusive cuando tengan direcciones opuestas, y con una velocidad máxima de 250 kilómetros por hora; además, también está diseñado para controlar la distancia de seguridad entre los vehículos (de igual o incluso mayor importancia que vigilar la velocidad). No obstante, por el momento, no es capaz de detectar si un vehículo carece o no del seguro obligatorio, como ya hacen algunos vehículos de la Guardia Civil e, incluso, los helicópteros.

Otra de las características de estos nuevos aparatos es que ya no es necesaria la presencia cercana de la Guardia Civil. Los agentes de Tráfico ya pueden controlar estos radares de forma telemática, incluso varios dispositivos al mismo tiempo si fuera necesario. No será preciso que los agentes estén al lado del aparato, sino que pueden alejarse decenas de metros y manejarlos con un simple teléfono móvil o una tableta. De este modo, se mejora la efectividad, ya que hace que los aparatos sean prácticamente invisibles. Los guardias pueden controlar la velocidad en diferentes emplazamientos en tiempo muy reducido gracias a su facilidad de transporte, montaje, ajuste y uso del dispositivo. En el momento que detecta a un conductor que supera los límites establecidos, el radar Velolaser hace varias fotos de la infracción y las guarda en una tarjeta de memoria SD. Asimismo, tiene la capacidad de distinguir entre un vehículo pesado y uno ligero.