Los embalses sueltan agua para afianzar la campaña de regadío

Once pantanos jiennenses, con el Tranco a la cabeza, se desprenden de recursos, que comienzan a llegar a los ríos

26 may 2018 / 10:37 H.

Once pantanos jiennenses comienzan a soltar agua para consolidar la campaña de riego. Miles de agricultores necesitan agua para sus cultivos, por lo que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir cumple con lo dictado en la última comisión de desembalses y comienza a introducir dotaciones en los cauces fluviables. Una vez allí, los ríos comienzan a mostrarse de una manera espectacular, ya que se les ve bajar con agua. Además, cada agricultor o comunidad de regantes ya saben de dónde tomar el agua para abastecer sus cultivos.

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir indica que El Tranco soltaba ayer 3,65 metros cúbicos por segundo. Era el que desembalsaba con más intensidad, pero no el único. El Aguascebas, La Bolera, Siles, El Dañador, El Guadalén, La Fernandina, El Guadalmena, El Quiebrajano, El Encinarejo y El Víboras —ordenados de esta manera según el caudal de agua que metían en los cauces— también soltaban recursos para incrementar el nivel de los ríos de la provincia y sostener los riegos que ya realizan los olivareros de la provincia que tienen dotaciones.

Precisamente, la Comisión de Desembalse aprobó autorizar de forma excepcional como riegos extraordinarios 45 hectómetros cúbicos para superficies de regadío en precario a aquellas explotaciones agrícolas que cuenten con infraestructuras de riego que lo permitan. Debido al estado actual de los embalses las dotaciones serán inferiores a las autorizadas en años anteriores en consonancia con la reducción general (Olivar: 1.350 metros cúbicos por hectárea, arroz: 10.000 y para el resto de los cultivos en función del tipo de cultivo con un máximo de 3.500). Asimismo, el pleno de la Comisión de Desembalse también acordó autorizar 18 hectómetros cúbicos de agua para los riegos de apoyo del olivar, con una dotación de 1.000 metros cúbicos por hectárea. Tal y como se presentaba la campaña en febrero —antes de las lluvias—, son unas dotaciones que hacen felices a los agricultores.