Los aceituneros cambian los olivares por la cola del paro

El fin de la campaña agrícola genera un “subidón” del desempleo, pese a que todavía quedan jiennenses en el campo

    03 mar 2016 / 09:20 H.

    Ya ni parece extraño que Jaén sea la provincia en la que más sube el paro en España. Se asume que es porque ha terminado la aceituna, aunque no se digiere que, después de la crisis económica, los olivos se han quedado como el único motor de la economía capaz de emplear —de un plumazo— a miles de parados. Miles de aceituneros se han quitado las botas, los guantes, la gorra y el jersey de lana para “vestirse” de paciencia y ponerse a la cola del paro. Y allí soñar con que le llega una oferta de empleo, aunque la mayoría va, más bien, para tirar de alguna prestación, si es que todavía pueden agarrarse a alguna.

    Jaén cuenta con 62.256 personas sin trabajo, que son 7.373 más que hace un mes —el 13,43%—. Son muchos, pero no todos. Si se mira la infografía de esta información, en octubre se registraban 66.721 demandantes de empleo en las oficinas públicas y ahora existen 62.256. Sin embargo, en este tiempo, lo único significativo para la economía de la provincia ha sido la campaña aceitunera, por lo que está claro que todo apunta a que subirá un poco más durante los próximos meses.

    Se debe a que muchos desempleados han acabado la aceituna y, si carecen de prestaciones, todavía no se han pasado por las oficinas públicas para darse de alta como demandantes de un puesto de trabajo. También existen trabajadores de las aceiteras que apuran los últimos jornales, al igual que otros que se encuentran en las tareas de poda, que ahora se desarrollan en los olivares. Las cifras del Ministerio de Empleo y Seguridad Social plasman que la mayoría de los nuevos desempleados proviene del campo (6.136), aunque también crece en los servicios (694), en el colectivo sin empleo anterior (215), en la industria (165) y en la construcción (133). No obstante, puede que estos sectores no estén destruyendo empleo, pese a que los números digan lo contrario, sino que los aceituneros que se vuelven a dar de alta ahora no lo hagan en el campo, sino en los servicios, en la industria o en la construcción porque consideran que en la actualidad ofrecen más oportunidades de un puesto de trabajo. Pese a que los datos del desempleo son bastante negativos, tampoco se ha de caer en el desaliento. Si se compara con las cifras de hace un año, existen 5.105 parados menos. No obstante, son parámetros realmente insuficientes para una provincia que necesita reducir sus terribles cifras de paro, que afectan más a las mujeres.