Lo pillan con droga y “enseña” un cuchillo al policía que lo detiene

El hombre, que ya cuenta con antecedentes penales, acepta dos años de cárcel por salud pública y atentado

21 mar 2019 / 13:30 H.

A Jesús M. M., un vecino del barrio de la Puerta Martos de la capital, lo cogieron con las manos en la masa. Agentes de la Policía Nacional, que estaban patrullando por la zona, lo vieron en el mismo momento en que salió de su casa y le dio a un joven una pequeña bolsa de color blanco. Tenía droga. El hombre estaba ya en el punto de mira de los funcionarios, así que se fueron a por él. La reacción de Jesús al ver los uniformes azules y las placas del Ministerio del Interior fue meterse en su casa y coger un arma blanca que tenía guardada detrás de la puerta: “Tú otra vez no, que te mato, te voy a pinchar, te voy a matar, hijo de puta, tú no me detienes otra vez”, amenazó a gritos a uno de los agentes que trataba de arrestarlo. Unas expresiones que profirió “con el cuchillo en alto”. De hecho, no es la primera vez que ese policía le había puesto las esposas a Jesús M. M. por delitos relacionados con el menudeo de estupefacientes. Aquel 12 de septiembre de 2017, volvió a ocurrir. Finalmente, la patrulla, perteneciente a Seguridad Ciudadana, consiguió llevarse al hombre hasta los calabozos de la Comisaría. Los agentes también pararon al joven que había cogido la bolsa: tenía apenas un gramo de “farlopa” de ínfima calidad (menos del 25 por ciento).

Posteriormente, en el registro de la vivienda la Policía encontró una balanza de precisión, un rollo de papel de aluminio y un cuchillo de unos 20 centímetros de hoja. Elementos utilizados por el procesado para su “negocio” y, por lo tanto, para la comisión de los delitos contra la salud pública. Durante toda la instrucción judicial de la causa, el hombre siempre había defendido su inocencia y negó dedicarse al “menudeo” de droga. Sin embargo, ayer, Jesús M. M. acudió a la Audiencia Provincial de Jaén para firmar el acuerdo que su defensa había alcanzado con su defensa. El abogado consiguió demostrar ante el tribunal que su cliente era consumidor habitual de sustancias estupefacientes cuando cometió los hechos. El hombre se personó en la sala para reconocerse autor de los dos delitos que le imputaba la Fiscalía. Finalmente, aceptó un castigo de dos años de cárcel (un año y medio por la droga y seis meses de prisión por el episodio del cuchillo). La sentencia ya es firme, ya que fue dictada “in voce” por los magistrados de la Sección Segunda.

En su día, la Policía Nacional dio por desarticulado un activo punto negro de sustancias estupefacientes con el arresto de Jesús M. M. Los investigadores lo consideran un “histórico” del tráfico de drogas en la capital jiennense, que siempre ha tenido su radio de acción en el barrio de Antonio Díaz.

Una plantación en una chalé en obras

Tres hombres, todos vecinos de Linares, aceptaron ayer condenas que oscilan entre el año y los tres años de prisión por la plantación de marihuana oculta en un chalé en obras. El dueño del inmueble, que estaba a medio construir, lo cedió a los otros dos procesados para que instalaran un invernadero en el que la “hierba” pudiera crecer lejos de miradas indiscretas. El propietario aceptó ayer un castigo de un año de cárcel como autor de un delito contra la salud pública. Cuando la Policía Nacional registró el edificio, en octubre de 2015, encontró 758 plantas de marihuana, con un peso de casi 10 kilos. Sus cuidadores eran Francisco Jesús T. G. y Antonio M. M., condenados por ello con un año y dos años de prisión, respectivamente. Los agentes también hallaron una pistola en ese inmueble, por lo que les cae otro año entre rejas por tenencia ilícita de armas.