Le piden 15 de cárcel años por abusar de su hijo y grabarlo

La mujer admite que lo hizo, pero “coaccionada” por su pareja

19 jun 2018 / 08:13 H.

Miriam I. S. se derrumbó y rompió a llorar cuando le recordaron que lleva más de un año sin ver a sus hijos. Está separada de ellos desde que se descubrió la existencia de un vídeo en el que se veía a esta mujer de 40 años manteniendo relaciones sexuales con uno de sus pequeños, que entonces tenía tan solo 4 años. Fue la propia madre la que grabó las imágenes con un móvil y la que, presuntamente, las remitió a un hombre que era su pareja sentimental, José Francisco R. F., de 46 años. Los dos protagonistas de esta espeluznante historia se sentaron ayer en el banquillo de la Audiencia. Ambos se enfrentan a la misma petición de condena: 15 años de cárcel por delitos de abusos sexuales y corrupción de condena. La única diferencia es que el hombre responde en calidad de inductor ya que, según la Fiscalía, fue él el que insistió a su novia para que grabara el vídeo y se lo enviara.

Miriam I. S. reconoció que mantuvo relaciones sexuales con su propio hijo. No le quedó más remedio, ya que las imágenes están aportadas a la causa. Eso sí, se presentó al tribunal como una víctima de José Francisco R. F. Describió a su entonces pareja como una persona manipuladora y controladora, que dijo ser traumatólogo —era mentira— y que, incluso, se cambió el nombre y se hacía llama “Álex”. “Estaba loca por él y tenía una venda en los ojos con muchas vueltas”, dijo Miriam I. S. ante el tribunal de la Sección Tercera. En este sentido, explicó que conoció al otro acusado en 2011, a través de las redes sociales, y que mantuvieron una relación exclusivamente telemática hasta 2014, cuando comenzaron a convivir juntos en Linares. La mujer aseguró que, durante esos tres años, José Francisco R. F. le pidió que le mandara numerosos vídeos de carácter sexual, entre ellos uno en el que ella mantenía relaciones con otra mujer. “Accedía porque quería demostrarle que le quería”, se excusó. Finalmente, en febrero de 2013, Miriam I. S. se grabó manteniendo relaciones con su hijo de 4 años, una grabación que envió a su pareja, según su versión. “Fue totalmente una interpretación para él”, dijo, casi entre lágrimas. Para justificar su conducta, la mujer alegó que estaba viviendo una situación emocional complicada, recién salida de un divorcio, en tratamiento por una depresión y con problemas de consumo de alcohol y cocaína.

El vídeo salió a la luz en febrero de 2017. Fue ella misma la que se lo contó a la Policía, a la que acudió para denunciar por malos tratos a José Francisco R. F. Según explicó, estaba viviendo “un infierno”, ya que su pareja la chantajeaba con hacer públicas las imágenes si no se plegaba a todos su deseos. “No podía soportarlo más”, dijo. Tras conocerse la existencia del vídeo, la mujer fue enviada a prisión preventiva.

Entonces, también fue encarcelado su expareja, ya que el hombre tenía el vídeo en su poder. Ayer, ante el tribunal, señaló que se lo encontró por casualidad “trasteando” en el móvil de su novia en noviembre de 2014. Añadió que se envió una copia a su correo electrónico, donde la tuvo guardada durante más de dos años y medio. Eso sí, trató de desvincularse totalmente de la grabación. En este sentido, aseguró que conoció a la mujer en 2014: “No sabía nada de ella antes de ese año”. Añadió que jamás le pidió fotos íntimas, ni la coaccionó ni le exigió que mantuviera sexo con su hijo. “Yo estaba muy enamorado. Lo nuestro era amor y verdadera pasión. Por eso, no la denuncié. No quería que mi mujer fuera a la cárcel”, explicó el hombre a los magistrados. La pareja tuvo una hija en común.

Con este panorama, la Fiscalía mantuvo su petición de 15 años de prisión para cada uno de los procesados, a los que acusa de delitos de abusos sexuales y corrupción de menores. También solicita 20 años más de alejamiento con respecto a la víctima y la pérdida de los derechos de la patria potestad durante doce años, además del pago de una indemnización de 10.000 euros. Las defensas solicitaron al tribunal la libre absolución. La de ella, por entender que actuó coaccionada por el acusado, debido a su gran dependencia emocional y al estado de sumisión en el que se encontraba. La de él porque sostiene que nada tuvo que ver con la grabación del vídeo. Serán los magistrados los que decidan en su sentencia.

En una situación emocional “muy mala”

La estrategia de la defensa de Miriam I. S. es intentar demostrar al tribunal que la mujer estaba completamente abducida por su pareja cuando grabó el vídeo. Para ello, citó como testigo-perito a una psicóloga del Centro de Información de la Mujer de Linares. Esta experta, que trató a la acusada a partir del año 2014, aseguró que ella llegó a verla en una situación “emocional muy mala”. En este sentido, la especialista aseguró al tribunal que ella presentaba una dependencia emocional muy marcada que, por lo general, supone la afectación de la capacidad volitiva. Llegó a citar “el síndrome de Estocolmo” para explicar el comportamiento de Miriam I. S. con respecto a la grabación del vídeo. La fiscal del caso llegó a pedir la suspensión del juicio para que se evaluara el estado mental de la mujer. Su solicitud fue rechazada.