Las mens enfermas del siglo XXI

La Junta prioriza la atención en la adolescencia y los tratamientos psicológicos

14 oct 2016 / 11:34 H.

Un 25% de la población llegará a sufrir un trastorno de la salud mental en cualquier momento de su vida. Sin embargo, es a partir de la adolescencia cuando hay que estar “ojo avizor” a la hora de prevenir este tipo de enfermedades, ya que es el momento desde el que comienzan a brotar estas patologías. Así lo confirmó el psiquiatra y director del III Plan Integral de Salud Mental Andalucía, José Carmona Calvo, quien presentó el documento a la comunidad sanitaria, en el marco de la semana que se celebra el Día Mundial de la Salud Mental.

Aunque la aspiración es una mens (mente) sana, en un corpore (cuerpo) sano, en la sociedad actual la depresión y la ansiedad se han convertido en las enfermedades del siglo XXI, en ámbitos tan diversos de la vida, como el escolar, el familiar y, sobre todo, el laboral. Por ello, la Junta se enfrenta a estos males de la psique para abordarlos de la manera más efectiva. Centrada en este “tercer impulso” y en la prevalencia de los datos epidemiológicos de este tipo, la delegada de Salud, Teresa Vega, indicó que la atención se dará con una visión integradora y multisectorial. “Entendemos que el enfermo de salud mental, con un riesgo muy elevado de exclusión social —lo vemos con la estigmatización de la propia enfermedad— hace que redoblemos nuestros esfuerzos en su atención”, subraya.

Respecto al nuevo proyecto que se pondrá en marcha, José Carmona Calvo indica que, entre sus prioridades, está potenciar el tratamiento ambulatorio comunitario de los problemas de salud mental. De esta forma, el psiquiatra destaca las prioridades del plan: la atención a la infancia y la adolescencia y los tratamientos psicológicos. En cuanto a la primera, el experto explica que la intención es que, en las unidades básicas —que son las comunidades de salud mental comunitarias, en el nivel especializado—, haya profesionales que se centren en la atención de esta población con dedicación completa y facilitar la accesibilidad. “Hasta ahora el dispositivo específico de atención a infancia y adolescencia eran las unidades de salud mental infanto-juvenil. Pero queremos defender el nivel de atención para que la accesibilidad sea mejor y la atención más cercana”, apuntó.

En cuanto a la apuesta por los tratamientos psicológicos, Carmona indicó que, desde su punto de vista, hay un “exceso” de medicación. “Hay un incremento de la indicación de tratamientos farmacológicos y eso habría que trabajarlo, con alguna alternativa diferente e intervenciones de tipo psicológico”, explicó el experto, quien subrayó la importancia del trabajo de prevención o promoción de la salud mental para no medicar los problemas que no lo requieren. “El fin de la Junta se centra en la reducción en un 10% el consumo de ansiolíticos y antidepresivos”, dijo la delegada.

A la hora de “dibujar” a un enfermo tipo, pocos son los parámetros que lo esbozan. Sin embargo, Carmona indica que, por lo general, los trastornos más leves y comunes predominan en la mujer y los más graves en el hombre. Luego, la evolución depende de cada paciente. Asimismo, la defensa del tratamiento comunitario se debe a que muchos trastornos son crónicos y complejos, por lo que necesitan intervenciones especializadas, con redes intersectoriales.