¿La Xylella salió de un experimento?
La Fiscalía de Lecce acusa a 9 científicos de introducir la “bacteria asesina” del olivar, contra la que Jaén se protege

Hay quien dice que el virus del Sida nació en un laboratorio e, incluso, era un arma preparada para la contienda que se traspasó a la humanidad. El cine y la literatura han confabulado y creado muchas obras con virus y bacterias que partían de una pipeta y que se extendían entre las personas. Y, en ocasiones, la ficción se parece mucho a la realidad.
Por el momento, no es más que una investigación que está en marcha, pero que parte de los propios tribunales. Está promovida por la Fiscalía de Lecce (Italia), tal y como publica la revista francesa Scienceset Avenir, porque sospecha que la Xylella Fastidiosa no viajó desde Costa Rica hasta Italia en una planta decorativa de café y, una vez aquí, los mosquitos se encargaron de traspasarla al olivar —ha matado de miles de olivos en el sur de Italia—. Precisamente, la Fiscalía sospecha que, más bien, fue un experimento de un laboratorio —el Instituto de Protección Fitosanitaria de Bari— que salió mal y, al final, las cepas de Xylella Fastidiosa, que estaban allí para motivar su investigación, se colaron en el olivar italiano.
Ahora, se trata del problema de sanidad más importante que tiene el campo de la Unión Europea. Se ha abordado en diferentes ocasiones en foros en Bruselas e, incluso, el diario oficial de la Unión Europea acaba de publicar una serie de recomendaciones para los olivareros y agricultores —en general—, ya que no solo afecta al olivar, sino también a la vid y a otros cultivos de la Unión.
Desde hace meses, Jaén está en alerta. Se parece mucho a la verticilosis, ya que seca el árbol. En cambio, se transmite por los insectos. La propia consejera de Agricultura, Carmen Ortiz, viajó hasta Jaén —en agosto— para presentar un plan de acción especial para evitar que llegara al olivar. A partir de ahí, decenas de viveros de plantas ornamentales y de estacas olivareras han recibido inspecciones. También se han visitado fincas y se han repartido unos folletos informativos dentro de una estrategia de comunicación en la que también han colaborado las organizaciones de agricultores. Hasta ahora, por fortuna, nada de nada. No existe rastro alguno de la bacteria en España, ni mucho menos en Jaén, pese a que sí existe una zona de Italia gravemente afectada y han existido brotes esporádicos en Francia. Si aparece, las consecuencias son fatales, ya que el protocolo de la Unión Europea es rotundo: hay que arrancar los olivos afectados y establecer un radio de seguridad, en la que también se cortan los árboles para detener la propagación. Sin duda, un auténtico drama para los olivareros que se vean afectados. Por ahora, los únicos que se han visto en esa coyuntura han sido algunos productores de Bari.
las acusaciones. La Fiscalía de Lecce acusa a nueve investigadores y aclara que la investigación ha de determinar si la bacteria se introdujo desde allí y si fue de forma accidental o, incluso, intencionada. La hipótesis de partida radica en que, en un taller científico que se celebró en 2010, la Xylella Fastidiosa pudo pasar de los tubos de ensayo al olivar. En cambio, desde el Instituto acusado ya se han defendido y afirman, en principio, que las cepas de la bacteria que ellos tenían —la X.pauca— son diferentes a las que existen en el campo italiano. La investigación está en marcha mientras que se vigila el campo europeo y se trata de atajar la enfermedad en Italia.
La Unión Europea acaba de actualizar las medidas dentro de su lucha contra la Xylella Fastidiosa, una bacteria habitual en las plantas de café de América Central, pero desconocida en el viejo continente. Bruselas exige a todos los estados miembros que presenten un plan que diga cómo contendrían un brote. Lo tienen que hacer antes del 31 de diciembre. Además, ofrece más información para los agricultores.
Italia todavía pelea contra la “bacteria asesina” del olivar. Sin embargo, las estimaciones señalan que podría acabar con alrededor de 800.000 olivos, ya que habría que arrancar los árboles que se encuentran afectados y, también, establecer perímetros de seguridad para evitar que se extienda todavía más. En términos comparativos, sería como arrancar uno de cada sesenta árboles de Jaén.