La voz del independentismo catalán tiene acento jiennense

Gabriel Rufián: “Mi abuelo era aceitunero y mi padre un emigrante de Jaén”

22 mar 2016 / 09:20 H.

Se esperaba con interés a Gabriel Rufián, portavoz de Esquerra Republicana de Cataluña en el Congreso de los Diputados. Para Mariano Rajoy, un partido al margen de la órbita de los pactos. Para Pedro Sánchez, una de las líneas rojas marcadas por los barones del PSOE. Y cuando se subió a la tribuna de oradores, en pleno discurso, ensalzó sus orígenes para sumarlos a su proyecto: “Soy hijo y nieto de andaluces que llegaron a Cataluña hace 55 años desde Jaén y Granada, soy lo que llaman un charnego y soy independentista. He aquí su derrota y he aquí nuestra victoria”.

Ahora, veinte días más tarde, se reafirma en la importancia de resaltar los orígenes, ya que Gabriel Rufián, voz del independentismo catalán en las Cortes Generales, tiene unas profundas raíces arraigas en esta tierra. “Recurrí a la memoria para reflejar que el proceso independentista trasciende a las provincias, las banderas, los orígenes o las lenguas. Por eso, me acordé de Jaén. Somos hijos y nietos de aquellas personas que vinieron a Cataluña”, afirma.

Gabriel Rufián resalta que mantiene una relación muy próxima con Jaén: “Formo parte de esa generación que se ha criado con los abuelos porque mis padres trabajaban muchísimo. Mis abuelos paternos son de La Bobadilla, de Alcaudete. Ahí tengo mis orígenes y recuerdo muchos veranos allí. Pero no soy el único. Me crié en Santa Coloma de Gramanet, que está lleno de jiennenses”. Su padre también es jiennense, aunque se fue desde niño a Cataluña. Sus abuelos pasaron muchos años como aceituneros para ganar jornales hasta que salieron de Jaén. Vinieron aquí y mi abuelo comenzó a trabajar en la obra. “Mi familia se conoce en La Bobadilla como los Cabreros. Eran campesinos”, matiza Gabriel Rufián.

Sin embargo, la voz del independentismo catalán republicano en el Congreso de los Diputados afirma que todavía le quedan muchos vínculos por aquí. Cuenta con una amplia familia que se reparte por algunos municipios de la Sierra Sur. “Tengo contacto habitual con ellos. Me queda allí mucha gente”. Narra que hablan del independentismo catalán y que le explica la idea de la separación de España como un asunto de lo más normal: “Existe una serie de dramatismo con este tema. Nos llaman rupturistas o secesionistas. Yo les digo que se trata de pura democracia porque han existido una serie de convocatorias electorales en las que ha ganado que, este país —Cataluña—, sea una república independiente. No soy independentista porque esto es una situación transitoria. En realidad, me defino como republicano de izquierdas que defiende el derecho a la autodeterminación. Mi abuelo jiennense, que se dedicó toda la vida a trabajar, defendía lo mismo: que cada pueblo fuera lo que quisiera ser. Se trata de un asunto de sentido común y de libertad”.

Su apellido —común en Jaén— ha sido objeto de burlas y de chistes fáciles: “No es más que lo que esperaba. Me parecen actitudes infantiles. De todos modos, desde niño tengo la piel dura con eso”. Asimismo, recalca que Jaén es una tierra que merece la pena: “Recomiendo cualquier municipio de la Sierra Sur y Úbeda y Baeza. Bajo mucho por allí”.