La Virgen de la Antigua llena de solemnidad la Catedral

La seo, consagrada a la Asunción de María, celebra su principal festividad

16 ago 2017 / 10:30 H.

Cuando Fernando III El Santo reconquistó Jaén, el 28 de febrero de 1246, en su caballo portaba una imagen de la Madre de Dios, una de las llamadas vírgenes arzoneras, por estar preparadas para ser transportadas, conforme a la costumbre de aquella época, en una silla de montar. Eso explica su tamaño, como ocurre, por ejemplo, con la talla de María Santísima de la Cabeza, de similares dimensiones. La que se venera en la Catedral de Jaén, la llamada Virgen de la Antigua, salió en procesión con motivo de la Asunción, en la que es la fiesta principal de la seo jiennense. Es un hecho excepcional, puesto que se procesiona esta imagen que se conserva en la Capilla del Santo Rostro del templo mayor de la capital de la provincia.

Se trata de una procesión claustral, que se anunció con el repique de las campanas catedralicias y que reunió en el interior del templo a un gran número de devotos y a algún que otro turista que había entrado en la iglesia principal por el mero hecho de conocer si su fama, de obra cumbre del Renacimiento, es merecida o no. El cortejo estuvo presido por el obispo, Amadeo Rodríguez Magro, el vicario general, Francisco Juan Martínez Rojas, y los miembros del cabildo, puesto que esta advocación de María es la patrona de la Catedral. El recorrido fue corto, desde su templete hasta el altar mayor, pero lleno de solemnidad. Miembros de la Cofradía de la Buena Muerte fueron los encargados de portar las andas de la Virgen . La imagen, una réplica de la medieval, es de una bella factura y en ella María aparece acompañada del Niño Jesús, al que sostiene mientras le da el pecho. La costumbre establece la presentación de niños y recién nacidos a la Virgen y también que, desde los balcones de la fachada principal del templo sea bendecida la ciudad de Jaén y sus tierras de labor, como corresponde a la época en la que comenzó esta tradición, que todavía se mantiene muy viva.