La tranquilidad en sus manos

Responsables de la seguridad en el Real Madrid descubren secretos de su trabajo

28 nov 2017 / 08:46 H.

A nadie se le escapa la grandeza que tiene el Real Madrid desde cualquier punto de vista. Es una institución majestuosa en lo deportivo y que tiene una trascendencia social fuera de lo común. El movimiento y el interés que se generan a su alrededor son descomunales. Para muestra un botón: cada vez que hay fútbol en el Estadio Santiago Bernabéu acuden más de 83.000 personas. En pocos lugares de España se producen aglomeraciones tan grandes. Y allí donde hay muchedumbres, el riesgo de problemas es más alto. Por eso, la tranquilidad de todos se convierte en una necesidad. Lo saben bien los máximos responsables de la seguridad en el club blanco. Julio Cendal, jefe de seguridad del Real Madrid, y Rafael Coronil, director de seguridad del Estadio Santiago Bernabéu.

Ambos ofrecieron ayer una conferencia en la Real Sociedad Económica de Amigos del País, en la que desgranaron los secretos y entresijos de su trabajo. Presentados por el presidente de DIARIO JAÉN S. A., Eleuterio Muñoz, ambos ofrecieron detalles y datos muy curiosos como el hecho de que el club “invierta” unos 8 millones de euros cada año en esta parcela. “Hace unos años, era muy complicado convencer a los directivos de que había que destinar fondos a la seguridad. Es un departamento que solo gasta y no produce dinero, por lo que había muchas reticencias. Nosotros lo vemos como una inversión. En nuestro caso, hemos erradicado a los hinchas más violentos, nuestro estadio se ha convertido en un sitio con más bienestar, lo que ha permitido que acudan más personas, de distintos perfiles, como mujeres o niños, que al final se les pueden vender más productos”, analizó Rafael Coronil.

Desde ese punto de vista, Julio Cendal explicó el modelo instaurado en el club desde hace 19 años y que ha servido de inspiración en todo el mundo. Grandes franquicias de la NBA o de la NFL lo utilizan: “La tragedia del Estadio de Heysel, una final de la Copa de Europa en la que hubo 39 fallecidos, marcó un antes y un después. Hoy en día esa tragedia así es imposible que se produzca”, explicó. Así, señaló que cuando fue nombrado director de seguridad, al Bernabéu acudían 5.000 hinchas de los Ultrasur: “Campaban a sus anchas”. Precisamente, esos radicales provocaron uno de los incidentes más bochornosos de la historia del club blanco: la caída de una portería en un partido de Champions: “El encuentro casi se suspende, aunque al final se consiguió que se celebrara. Al club le costó una multa de 100 millones de las antiguas pesetas. Hoy es imposible que eso ocurra. Tengo que decir que ese año ganamos el título”, señaló.

¿Qué ha cambiado? Se instalaron tornos en cada una de las puertas del estadio, se colocaron cámaras de seguridad que monitorizan todo lo que sucede en el recinto —actualmente hay 550—, se eliminaron todas las vallas y se crearon las zonas exclusivas para los aficionados del equipo contrario. Lógicamente, la seguridad absoluta no existe. “Siempre pueden surgir problemas”, aseguró Cendal.

De este modo, relató dos episodios considerados críticos y que se resolvieron con éxito: El primero fue el desalojo del estadio Bernabéu en el año 2004 tras una amenaza de bomba perpetrada por ETA: “Tardamos ocho minutos en dejarlo vacío. Fue muy importante transmitir seguridad, porque la mala información puede generar el pánico y la temida avalancha”, explicó el jefe de seguridad del club. El segundo momento fue la explosión de dos artefactos en las cercanías del estadio, colocados por la banda terrorista el mismo día en que se jugaba una semifinal de Champions entre el club blanco y el Barcelona. “Decidimos jugar ese encuentro, lo ganamos y ese año también fuimos campeones”, relató Coronil.

Los detalles
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trabajo. Julio Cendal es policía nacional y lleva 19 años como director de seguridad del Real Madrid. Coordina todo el operativo del primer equipo, los desplazamientos, los partidos, el conjunto de baloncesto y la Ciudad Deportiva.

Exclusividad. Los jugadores del Real Madrid no pueden llevar sus propios equipos de seguridad cuando van con el grupo. “Si están con el Madrid, el que manda es el Madrid. De lo contrario sería un caos”, resumió Julio Cendal.

Reventa. “Es una conducta que debería estar tipificada como delito”

“La reventa es un problema al que se enfrentan todos los clubes del mundo. Es algo escandaloso, que mueve cantidades indecentes de dinero”, explicó Julio Cendal para referirse a este asunto. Y añadió: “Se trata de una conducta que debería estar tipificada como delito en el Código Penal”. El jefe de seguridad del Real Madrid aclaró que, hace unos meses, detuvieron a una banda internacional dedicada a hacer falsificaciones de una entrada que vendía a precio de oro: “Lo peor es que hay gente que está dispuesta a pagar lo que sea”, aseguró Cendal. También puso el ejemplo de una agencia de viajes especializada en ofrecer paquetes alrededor de los partidos del Real Madrid: “Contaban con 200 abonos y 400 entradas para un partido de Champions”. En este punto, el responsable de seguridad señaló que cuentan con la colaboración de socios del club: “Es lo que estamos tratando de erradicar por completo, es decir, limpiar a la gente de dentro que los ayuda”, aclaró. En este punto, Julio Cendal explicó que ya se están preparando “medidas sorprendentes” para el partido contra el Barcelona del próximo 23 de diciembre en el Bernabéu: “Sabemos que va a haber mucho movimiento de reventa, pero también estoy seguro de que vamos a coger a mucha gente”, concluyó.

Eventos. “Las presentaciones de los cracks son muy complicadas”

Una de las grandes preocupaciones del dispositivo de seguridad del Real Madrid son los eventos extraordinarios: “En este campo hemos aprendido mucho”, sostuvo Rafael Coronil. Uno de los más multitudinarios no salió todo lo bien que se esperaba: fue la presentación del equipo de 1996, cuando fichó a jugadores como Mijatovic, Suker, Seedorf o Roberto Carlos. Capello era el entrenador: “Esa noche vinieron más de 120.000 personas al campo y se quedaron más de 40.000 fuera”, explicó el jefe de seguridad del Bernabéu. La presentación de Cristiano Ronaldo fue la gran prueba de fuego de las modificaciones que se hicieron para preparar estos grandes eventos: “Hubo un momento en que yo pensé que se nos iba de las manos. Saltaron al campo veinte tíos, pero pudimos controlarlo. Todo salió bien”, aclaró Julio Cendal. Otro de los momentos complicados son las celebraciones de los títulos, en los que se juntan tres factores: descontrol, masificación y alcohol. “Aquí es muy importante la coordinación con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado”, añadió. En la final de la Champions que acogió el Bernabéu en 2010, el dispositivo de seguridad fue extraordinario.

Retos. Un “gran hermano” total y la preocupación por los drones

El Estadio Santiago Bernabéu es un coliseo de una magnitud extraordinaria. Se necesita el trabajo de más de 3.000 personas para abrir el campo y poder jugar un partido de fútbol, al que acuden más de 80.000 aficionados. Por ejemplo, un dato que sorprende mucho es que se mide el sonido que sale del estadio con 25 sondas, que han llegado a medir 114 decibelios: “Es por las quejas de los vecinos”, explicó Julio Cendal. El Bernabéu es una especie de “gran hermano” en el que se ve y se graba absolutamente todo: “Tenemos 550 cámaras instaladas, que nos permiten llegar a todos los sitios del campo y poder actuar con rapidez en caso de que ocurra cualquier emergencia”, aseguró Rafael Coronil. El club trabaja actualmente en avanzar por ese camino con un proyecto de geolocalización, es decir, saber en qué lugar está cada trabajador del campo. El otro gran reto que afrontan los responsables de seguridad del club blanco es el de los drones: “Cualquiera puede meter una bomba utilizando estos aparatos. El año pasado, en Leganés, utilizaron uno para exhibir una pancarta”, explicó Cendal. En este aspecto, señaló que tienen en marcha diversas soluciones para desactivarlos, aunque, por el momento, ninguna es definitiva: “Es un asunto que nos preocupa muchísimo”, concluyó.