La solemnidad del Silencio en el templo de Cristo Rey

La cofradía del Martes Santo tuvo que suspender su salida procesional ante las inclemencias meteorológicas

28 mar 2024 / 16:30 H.
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La lluvia tampoco dio tregua en la tarde del Martes Santo y los hermanos del Silencio tuvieron que permanecer en casa este año. Los jiennenses no pudieron vivir uno de los momentos más emocionantes y de recogimiento de la Semana Santa de la capital. Y es que con su “voto” de Silencio, los corazones de sus hermanos y el pueblo de Jaén en general se compungen en lo que es un cortejo orante por las calles, donde solo el sonido del rachear y las cadenas de los faroles que portan sus hermanos, rompen la cadencia sonora de un Martes Santo, que entremezcla las voces de los jóvenes escolares y la tradición del castizo barrio magdalenero. Los partes no eran favorables y la Junta de Gobierno de la hermandad decidió suspender su estación de penitencia.

La solemnidad y el recogimiento fueron la seña de identidad de la jornada. Los hermanos tuvieron que disfrutar en el templo de las novedades que este año iba a lucir la cofradía, como son la nueva ráfaga que estrenaba María Santísima Madre de Dios, la restauración del paso del Señor y la realización de parte de la fase de dorado del paso de palio. Dentro de la tristeza, el Hermano Mayor, Raúl Sígler, quiso lanzar un mensaje de esperanza y una invitación a llenarse del verdadero sentido evangélico de las cofradías. Eso hicieron en el Vía Crucis por las naves del templo en el que el silencio y el saber estar de la cofradía prevaleció en cada momento. Todo el acto tuvo lugar en una oscuridad únicamente interrumpida por la luz emitida por las llamas de las velas de los pasos o las que portaban los cofrades mencionados. Habrá que esperar al próximo año para que el Señor de la Humildad y María Santísima Madre de Dios vuelvan a imponer en las calles el silencio a las almas de los perdidos ante el ruido.

Jaén