La Policía coge a dos jóvenes tras un robo casi de película

Se llevaron un coche del Valle con el que “reventaron” un comercio

06 ago 2016 / 10:20 H.

Tal vez George Clooney le habría puesto algunos efectos especiales y seguro que toques románticos si lo hubiera incluido en la conocida saga de Ocean’s —los largometrajes de ladrones que dan golpes de ensueño—, aunque el “palo” de la pasada madrugada en la calle Goya tuvo tintes casi de película. Ocurrió sobre las 4:30 de la mañana —según afirma Comisaría en un comunicado—, pero los preparativos se iniciaron bastante antes. Hay dos detenidos, aunque la investigación continúa porque pudiera haber una tercera persona implicada.

Tal vez George Clooney le habría puesto algunos efectos especiales y seguro que toques románticos si lo hubiera incluido en la conocida saga de Ocean’s —los largometrajes de ladrones que dan golpes de ensueño—, aunque el “palo” de la pasada madrugada en la calle Goya tuvo tintes casi de película. Ocurrió sobre las 4:30 de la mañana —según afirma Comisaría en un comunicado—, pero los preparativos se iniciaron bastante antes. Hay dos detenidos, aunque la investigación continúa porque pudiera haber una tercera persona implicada.

Por la tarde noche, un vecino de Jaén —como miles que viven en esta ciudad— aparca su coche. Se asegura que está bien cerrado y se marcha a su casa. Estaba estacionado en el Polígono del Valle. Horas más tarde, la Policía Nacional cree que los protagonistas del golpe dan una vuelta por allí. Se fijan en el vehículo porque es robusto y todoterreno. Acceden a su interior y se lo llevan. La investigación parte de la premisa de que lo trasladan hasta la calle Goya. Lo atraviesan en mitad de la calzada y lo centran delante del escaparate de la tienda BMK. El bordillo es grande, pero no les importa. Aceleran y lo estampan contra el cristal.

A las 4:30 horas de la madrugada, muchos vecinos se dan un gran susto y comienzan a asomarse a las ventanas. Al principio, piensan que se trata de un accidente, pero pronto se percatan de que los ocupantes del vehículo caminan entre los cristales del escaparate para coger algunas de las bicicletas que estaban expuestas. Por eso, llaman al 091.

Las patrullas de Seguridad Ciudadana y Judicial de la Policía Nacional se encuentran un coche atravesado en mitad de la calle Goya. El cártel lo tiene reventado, al igual que el depósito de la gasolina —los bajos del vehículo—, ya que no para de soltar combustible y aceite. El escaparate estaba hecho añicos y faltaban algunas bicicletas. Por un lado, se localiza al dueño del coche, que dice que estaba en casa dormido y que lo dejó aparcado por la noche en una plaza del Polígono del Valle. Por el otro, se contacta con el propietario de la tienda de bicicletas, que hace “inventario” de lo que le falta. Afirma que se han llevado cuatro bicicletas —es una tienda de gama alta— que cuestan 7.499 euros, según informa la Comisaría en un comunicado.

No obstante, los policías, después de escuchar a algunos testigos y de revisar lo que había por allí, sospechan que las bicicletas no están muy lejos. Parten de la hipótesis de que los ladrones las tenían “bicheadas” y que trazaron un plan para llevárselas. Por eso, al final acaban tocando a una puerta. Se identifican como policías nacionales y les piden que abran. Al principio, no lo hacen. En cambio, después de insistir, abre una mujer —la madre de uno de los detenidos—. Y en la casa estaban tres de las bicicletas sustraídas y dos jóvenes que, según indica la Comisaría, reconocen los hechos, por lo que acaban detenidos. Uno de ellos es menor de edad —tiene 17 años—.

La investigación sigue abierta. Las Brigadas Provinciales de la Policía Judicial, Seguridad Ciudadana y Científica aún tienen otro “cabo” por atar. El propietario de la tienda echa de menos cuatro bicicletas, pero solo se recuperaron tres. Además, hay testigos que señalan que fueron tres personas las que participaron en el robo, aunque solo se ha detenido a dos. Curiosamente, en la zona existen organismos oficiales que tienen cámaras de seguridad, por lo que se estudian las grabaciones por si se ha de buscar y detener a una tercera persona.