La pila en la que bautizó San Juan

La Caja Rural rehabilitará una joya histórica que se destruyó en los años de la Guerra Civil

15 feb 2017 / 11:30 H.

Es la pila en la que bautizó San Juan, pero no el apodado “El Bautista”, sino el barrio de la capital. Sus vecinos llevaban a sus niños para purificarlos en el sacramento que abre las puertas a la fe cristiana. No sé sabe desde cuándo, aunque existen sospechas de que esa pila podía estar ya en el siglo XVII y XVIII. En cambio, en la Guerra Civil, desapareció.

Hubo algunas piezas de la imaginería religiosa que se salvaron, como la urna en la que se rinde culto a Cristo Yacente, mientras que otras se tuvieron que volver a esculpir, siguiendo el guion de las fotografías que quedaron en las que se veían cómo eran las que se quemaron, como la imagen de la Virgen del Carmen. Entonces, aparecieron cinco de las ocho tablas que componían la gran pila bautismal de la Iglesia de San Juan y San Pedro, en el casco histórico de Jaén. Y como a los sacerdotes les parecían que eran joyas que venían de siglos atrás, decidieron exponerlas —como si fueran cuadros— en el altar mayor.

Ahora, si se acude al templo, existe una tabla de San Antonio Abad y otra de Santa Escolástica y San Benito —eran hermanos— en la columna de la izquierda, conforme se mira el altar mayor. Y en la de la derecha hay otras dos: una dedicada al bautismo de Jesucristo en el río Jordán y otra al propio San Juan Bautista. Además, existe otra guardada, que es la que se cree que estaba en el centro de la composición para conformar la pila bautismal, en la que aparece la imagen de Dios Padre dentro de un triángulo.

Todas están bastante deterioradas. Cuentan con un barniz que estropea la pintura, están oxidadas en algunas partes y tienen algunos golpes. Por eso, la parroquia de San Juan y San Pedro, en colaboración con el Obispado, ha pedido a la Fundación Caja Rural que acometa su restauración. El gerente de la Fundación de la cooperativa de crédito de Jaén, Luis Jesús García-Lomas Pousibet, firmó el convenio: “Ya acometimos la restauración de un cuadro de Santo Domingo también en esta parroquia. Creemos que existen elementos singulares que son dignos de recuperar. Las dimensiones de las tablas dan una idea de la magnificencia que tuvo”. La restauración costará 4.000 euros, de los que la Fundación —a través de la línea La Rural Patrimonio— aportará el 75%, mientras que el 25% restante saldrá de la Iglesia. Luz Engracia García García se encargará de la restauración: “No sabemos de cuándo data la obra, pero está claro que no es de antes de ayer. Espero que, conforme empecemos a intervenir, podamos obtener mucha más información”.