La normalidad vuelve a la provincia

Tras una “noche complicada”, sobre todo, en las carreteras de Segura, porque no dejó de nevar, la jornada de ayer transcurrió con relativa normalidad y temperaturas en ligero ascenso en la mayor parte de la provincia. Salvo las comarcas en las que la Agencia Estatal de Meteorología mantuvo el aviso amarillo por nevadas (Segura y Cazorla, en las que el mercurio volvió a registrar temperaturas de hasta 4 grados bajo cero), las mínimas en el resto de la provincia fluctuaron entre los 0 grados que compartieron Andújar, la capital y Alcalá la Real y máximas de hasta 12 grados en el Valle del Guadalquivir, según los datos de la Aemet. Esa normalidad se tradujo en que ningún centro educativo de la provincia cerró, por la abundancia de nieve en la zona o porque el transporte escolar no pudiera circular por las carreteras, como ocurrió el jueves en pedanías de Santiago-Pontones y de La Iruela. No obstante, sí se detectó un mayor índice de absentismo en colegios e institutos de municipios de las sierras de Cazorla, Segura y Las Villas.

La misma ausencia de incidencias se registró en la red autonómica de carreteras en la provincia, a excepción de la obligatoriedad del uso de cadenas en tramos de la A-317 y la A-6305, ambas en la Sierra de Segura. En este sentido, el delegado de Fomento y Vivienda destacó la labor del dispositivo especial. “Están 24 horas al pie del cañón”, valoró Rafael Valdivielso, que, a las seis de la tarde, aproximadamente, informaba en su perfil de Twitter que la A-6305, antigua carretera de Santiago de la Espada, conocida como la Garganta de Hornos, quedaba libre del uso de cadenas, con lo cual, toda la red vial volvía a estar operativa. Solo en estas dos vías se hubieron de tomar medidas por el frío y la nieve. Como consecuencia de las bajas temperaturas, el jueves, entre las nueve y las diez de la noche, se registró un pico de consumo eléctrico de 665 megavatios. Los avisos desaparecen hoy, aunque aún cabe la posibilidad de que nieve por la mañana en Segura.