La noche más larga y ruidosa para celebrar el año nuevo

Pocas noches son tan celebradas como la que sirve para dar la bienvenida al año nuevo. Los hosteleros dicen que no es en la que más se gasta en Jaén, pero sí que esta Nochevieja ha sido bastante mejor que la de años atrás. Miles de jiennenses acudieron a pubs, discotecas y cotillones en una velada larga y que, generalmente, suele ser bastante ruidosa. “Salvo algunos cotillones que están plenamente consolidados, vemos que la gente prefiere ir de un lugar a otro para celebrar el año nuevo”, explica el presidente de la Asociación de Bares, Restaurantes y Cafeterías (Asostel), Antonio Lechuga. Y si los jiennenses van de un lado a otro, hay más ruido en las calles y, también, se escuchan más petardos, que era la queja de muchos otros que apostaron por las uvas, el mantecado y la cama y, en muchas ocasiones, abandonaron los “brazos de Morfeo” después de escuchar un estruendo con olor a pólvora o las voces de los que buscaban la penúltima.

Los hosteleros están satisfechos de cómo marchan las fiestas. “Hay mucha gente en la calle y en la Nochevieja se ha notado que ha subido el gasto. Además, tenemos la esperanza de mantener un buen ritmo hasta el fin de semana de San Antón”, apunta Antonio Lechuga.

El barrio de San Ildefonso, la Avenida de Andalucía, el Bulevar y el casco histórico fueron epicentros de una celebración en la que se suele festejar mucho y beber bastante. Lo mejor es que, tal y como señalan los servicios de emergencia, salvo algún destrozo de material urbano, trancurrió sin incidentes destacados. La Nochevieja volvió a ser la velada de los vestidos elegantes, de los besos y las felicitaciones y hasta de nuevas parejas que surgen entre matasuegras y confetis y con Bisbal o un poco de reguetón como banda sonora. Los empresarios están satisfechos porque cuentan que hubo más gente que otros años. Y ya se sabe. De noches alegres, mañanas tristes. A Jaén le costó despertar ayer de una Nochevieja con mucha celebración.