La Manseguilla vive “su momento”

Éxito de la exhibición canina organizada por Adidog con motivo de las fiestas

10 jul 2016 / 11:45 H.

Bienvenido sea el calor. No estorba en un marco como el que se da en el Mirador Sierra de Despeñaperros. La Asociación de Vecinos La Manseguilla disfruta de sus fiestas estivales. Todo es diversión y alegría en medio de un mes de julio agobiante, por las altas temperaturas. La idea de Francisco Molina, presidente del colectivo, era integrar a los residentes en la propia organización de las actividades. También, ya puestos, que ellos sean los protagonistas del amplio abanico de citas programadas para la ocasión. “Todo va fenomenal”, aseguró Molina, encantado con la actitud y la predisposición de sus vecinos.

Los festejos empezaron con el clásico encendido del alumbrado de las calles. El primer protagonista de la jornada de “estreno” fue la Banda Municipal de Música. Cogió el testigo Juan José Jódar, concejal de Mantenimiento Urbano del Ayuntamiento, pregonero. El edil tuvo palabras de gratitud para los residentes en La Manseguilla. Aprovechó para mandar un mensaje de apoyo a la asociación, por el trabajo que realiza.

“Queríamos premiar la atención que Jódar ha tenido siempre con nuestro barrio”, explicó Molina. Hubo ocasión para que los participantes en la noche festiva moviesen las caderas a ritmo de “reggaeton”. “Ellas lo hicieron todo, preparar la coreografía, ensayar con tiempo y bailar”, dijo, orgulloso. Los menores —y algunos mayores— disfrutaron con juegos tradicionales a plena luz del día.

novedades. Molina remarcó una actividad que encandiló a los asistentes. Fue la exhibición canina organizada por el Centro de Adiestramiento Canino Adidog. “Es una de las grandes apuestas para este año. Teníamos muchas expectativas y ha sido un éxito”, subrayó el dirigente vecinal.

No faltó la música: repitieron número las “chicas del reggaeton” y cantó la Orquesta Moliere Show, un quinteto que versionó temas conocidos. Hoy continúa la programación. Las fiestas viven su momento gastronómico con una “paellada”. Después, y como cierre, hay una fiesta de la espuma.