La Guardia Civil de Jaén denuncia el uso de medios prohibidos en la caza

14 ago 2018 / 14:01 H.

La Guardia Civil, concretamente el Servicio de Protección de la Naturaleza, el pasado día nueve de los actuales, localizó en el paraje “Triana” de la localidad de Pegalajar (Jaén) una red conocida como “Japonesa”, de ocho metros de longitud y dos y medio de altura, instalada en una parcela, propiedad del denunciado.

Realizada una inspección ocular de la zona, fueron localizados dos lazos acerados para la captura de conejos, y un cepo.

El Seprona, en otro Servicio, inició el pasado mes de agosto de 2017, un dispositivo, al localizar dos palos finos, con elevada altura, clavados delante de una plantación de pipas de girasol, en el paraje El Rodeo de Mogón Villacarrillo.

Cabe señalar, que las personas que se dedican a la captura con red, ponen los palos sin red, para que las aves no se asusten al verlos, y cojan “el paso” entre ambos, para cuando se coloque el arte, las aves entren confiadas y queden atrapadas.

Tras varios apostaderos infructuosos desde el año 2017, junto a Agentes de Medioambiente, el pasado día 31 de julio actual, pudo ser interceptado el denunciado, al observar la red colocada estratégicamente, delante de una plantación de pequeñas dimensiones, de pipas de girasol. Iniciado servicio de apostadero, para poder identificar al propietario de dicha red, a las 10’15 horas, una persona se aproximó a revisar la red, momento en el cual, los componentes del Seprona, delatan su presencia y proceden a identificar al denunciado.

Realizada una inspección en la zona, se localiza junto a una barbacoa existente a unos 30 metros de la red, una espuerta de goma, con numerosas plumas, trozos de piel y picos, de aves de pequeño tamaño en su interior, con evidencias de haber sido arrancadas hace poco tiempo.

Al inspeccionar mas detenidamente la barbacoa, se observan plumas parcialmente quemadas y evidencias de un uso reciente de la misma, lo que hace pensar que el denunciado, pelaba las aves capturadas en la red y luego se deshacía de las plumas, quemándolas.

Se procede a inspeccionar una caseta, de pequeñas dimensiones que se encontraba junto a la barbacoa descrita. Localizando un frigorífico, con 20 aves de pequeño tamaño, totalmente peladas, en su interior.