La fuente de sabiduría más útil

Federico Mayor Zaragoza defiende la valía de los mayores como “consejeros”

01 jun 2016 / 13:00 H.

Federico Mayor Zaragoza y el Padre Ángel García pusieron “hasta arriba” la sala de conferencias de los Baños Árabes. Todos los asientos estaban ocupados, por lo que los jiennenses que llegaron apurados de tiempo —que fueron bastantes— tuvieron que seguir las intervenciones en pie. En cambio, no les importó, ya que nadie se movía del lugar. La ponencia de Federico Mayor Zaragoza prometía, ya que llevaba como título “Cómo envejecer dignamente”. Es uno de los padres de la democracia y de la Constitución, fue rector de la Universidad de Granada, exministro, director de la Unesco y ahora presidente la Fundación Cultura de Paz. Pero, precisamente, más que cargos, Federico Mayor Zaragoza derrochó sabiduría en una ponencia tremendamente vitalista.

“Necesitamos referentes, que son personas que lucen como puntos luminosos que marcan un rumbo”. Fueron las palabras que utilizó Federico Mayor Zaragoza para comenzar su intervención. Aseveró que Europa carece de “estas luces” y solo nombró al Papa Francisco como uno de estos focos luminosos. Defendió las residencias de mayores como un lugar para vivir y no para morir y preguntó al auditorio qué se ha de hacer para que los mayores tengan este sentimiento. El ministro de Educación del Gobierno de Calvo Sotelo puso como ejemplo que España se fija de un informe, como es el Pisa, que procede de una institución económica para ver la salud de la educación, pero no le pregunta a miles de maestros que están en residencias de ancianos llenos de experiencias, conocimientos y tiempo para pensar y reflexionar. “No usamos el consejo ni la capacidad de anticipación que tienen nuestros mayores”, afirmó. Por eso, pidió a los jiennenses que acudieron a su conferencia que tengan la capacidad necesaria para inventar y crear su futuro frente a otras fuerzas que intentan imponer un destino marcado y obligado. “No podemos ser hojas movidas por un vendaval que nace de unas pocas manos”, reflexionó. De ahí que el conferenciante abogó que, pese al ritmo vertiginoso que marcan los tiempos actuales, hace falta detenerse para pensar, ya que es la única manera de “inventar” un futuro propio. Y aquí volvió a situar a los mayores, ya que tiene claro que las residencias guardan una enorme fuente de sabiduría que se tiene que aprovechar mucho mejor.

El presidente de Edad Dorada-Mensajeros de la Paz en Andalucía, Julio Millán, fue el encargado de abrir el acto. Tuvo unas breves palabras de agradecimiento para el Padre Ángel García y a Federico Mayor Zaragoza. Luego, el primero de los mencionados hizo una breve semblanza del ponente: “Es un gran tipo. Tiene una palabra valiente, clara y honesta”. Además, el decorado de la sala también ambientaba el tema, ya que las paredes mostraban imágenes de la exposición “La otra mirada de la dependencia”, que organizan Mensajeros de la Paz y la Diputación y que está abierta en los Baños Árabes hasta el 5 de junio.