Juicio a una banda de expertos en hacer el “timo del nazareno”

Dos de los nueve acusados no se presentan y están en busca y captura

30 nov 2016 / 12:14 H.

El conocido como el “timo del nazareno” es tan viejo como la pólvora: el estafador se hace pasar por empresario solvente para adquirir determinadas mercancías. En la primera operación, siempre paga con mucha rapidez y, generalmente, al contado, con el objetivo de ganarse la confianza de la víctima. El anzuelo ya está echado. El timador realiza una segunda compra de mucho más valor, que esta vez paga con letras de cambio o pagarés. una vez recibido el producto, el “nazareno” revende la mercancía y desaparece.

Eso es lo que, presuntamente, hicieron las ocho personas que, a lo largo de esta semana, se sientan en el banquillo de la Audiencia Provincial. Hay otros dos encausados que no han acudido al juicio: uno está en paradero desconocido y el otro huyó a la República Dominicana. Según la Fiscalía, todos formaban parte de una organización delictiva especializada en este timo. Presuntamente, estafaron a dieciséis empresas de toda España pertenecientes al sector de la alimentación. El montante de lo defraudado supera el medio millón de euros, según la acusación pública, que pide siete años de cárcel para cada uno de los procesados por delitos de estafa y receptación.

Fue la Guardia Civil de Jaén la que desmanteló este grupo en el marco de la conocida como operación “Escudero”. Han pasado ocho años hasta poder celebrar este “macrojuicio”. El fiscal Cristóbal Jiménez describe en su escrito de acusación provisional el complejo entramado compuesto por decenas de empresas pantalla dedicadas, presuntamente, a comprar mercancías, hacerlas desaparecer y blanquear las ganancias. No en vano, uno de los diez acusados, Ramón C. S., era el administrador solidario o único de unas doscientas sociedades mercantiles, lo que da idea de la dimensión del grupo. El Ministerio Público habla de “generación de facturas falsas, operaciones inexistentes o simuladas y blanqueos de beneficios”. Unas argucias financieras que fueron ratificadas ayer por los agentes que realizaron esta laboriosa investigación.

Los ocho acusados que se sientan en el banquillo lo niegan todo y aseguran que lo ocurrido fue consecuencia de la crisis financiera, lo que originó que sus empresas no fueran bien y no pudieran hacer frente a los pagos pendientes. Para hoy está prevista la declaración de la gran mayoría de los 16 perjudicados, que serán interrogados por videoconferencia. La Fiscalía calcula que sufrieron un perjuicio patrimonial de más 509.000 euros. La intención del tribunal, que preside la magistrada María Esperanza Pérez Espino, es dejar el juicio hoy visto para sentencia.