Jaén se viste de blanco por Navidad

La capital abre una pista de hielo y un tobogán gigante para grandes y pequeños

10 dic 2017 / 11:28 H.

La diversión no tiene edad. Muestra de ello es la pista de hielo situada en la plaza de El Corte Inglés de Jaén. Este proyecto —desarrollado por la empresa Hielo Azul— convierte el frío en una diversión sobre la que patinar. De esta manera, los jiennenses pueden descubrir estas Navidades, y bajo sus pies, 600 metros cuadrados de hielo sobre los que deslizarse, una superficie que supera a la pista del año pasado, que contaba con 200 metros cuadrados menos.

Grandes y pequeños aprovecharon el puente de diciembre para convertir esta iniciativa deportiva en un destino de ocio. Para aquellos que nunca lo hayan probado, tienen a su disposición a un conjunto de monitores que cuidan de que nadie se haga daño, además de enseñar algunas técnicas para mejorar esta práctica. Entre ellos se encuentran Carlos Agüera y Mónica Urbano, quienes, además, realizan danza sobre el hielo y patinaje artístico, un espectáculo que tuvieron la oportunidad de compartir con los jiennenses el pasado mes de noviembre.

Sobre la pista se levanta un gran muñeco de Olaf, el personaje creado por nieve de la famosa película “Frozen”, de Disney. Muchos son los que aprovechan esta visita para hacerse una foto con él. Igualmente, la empresa organizadora incorporó un tobogán de 42 metros de longitud y 11 metros de altura, una actividad que completa esta experiencia helada.

Es el segundo año consecutivo que esta gran plataforma visita la capital. Desde su inauguración, una media de ochocientas personas al día visitan sus instalaciones, que se han convertido en un potencial atractivo turístico. No solo recibe la llegada de jiennenses con residencia en otros municipios o pueblos de la provincia, sino que, por sus instalaciones de hielo, pasan patinadores de todo el ámbito nacional.

La idea de esta explanada no es solo aprender, sino divertirse y compartir momentos mágicos a las puertas de la Navidad. Con música de fondo y retando a la gravedad, sus participantes toman impulso y se lanzan a la aventura de patinar sobre hielo, una actividad que, por circunstancias meteorológicas, no es posible mantener durante el resto del año. Por esa razón, son muchos los que consideran que es una oportunidad única para pasar un buen rato con los más queridos.

De esta forma, Jaén se viste de blanco, cambia sus baldosas por recias capas de hielo e invita a sus ciudadanos y visitantes a conocer a Olaf, a sus monitores y, sobre todo, a vivir una experiencia inolvidable.