Jaén se convierte en el epicentro de los negocios con aceite de oliva

Miles de profesionales de 60 países dan vida a la feria por antonomasia del sector

16 may 2019 / 20:20 H.

En Jaén, el aceite lo “empapa” y lo envuelve todo. La provincia es el mayor productor de aceite de oliva y, también, el epicentro de todos los negocios que se hacen con esta grasa en el mundo. La Feria del Aceite de Oliva e Industrias Afines abrió ayer y proyecta esta tierra de 66 millones de olivos como líder absoluto en materia de comercialización, envasado, distribución, maquinaria, investigaciones científicas e innovación empresarial. Expoliva se convierte en una gran “inteligencia” colectiva en el que flueyen las ideas y los proyectos para esculpir el presente y, sobre todo, el futuro de un sector vital para España. La decimonovena edición de la feria por antonomasia del oro líquido, la que va a batir casi todos los récords, es también la que tiene la crisis de los bajos precios en origen como gran telón de fondo: “No nos olvides”, le decía Joaquín, un olivarero de Mengíbar, al ministro de Agricultura, Luis Planas, durante el paseo posterior a la inauguración: “Estamos trabajando todos juntos”, le respondió el máximo responsable del Gobierno de España.

Fue un detalle que se produjo instantes después del corte oficial de la cinta por parte de las autoridades. En ese mismo acto, el que sirve de inauguración oficial, las organizaciones agrarias UPA y Coag exhibieron una pancarta en la que piden una solución a las bajas cotizaciones que perciben los olivareros por su preciado oro líquido.

A esa hora, en el gran pabellón interior, el que se denomina Caja Rural de Jaén, ya se veía un enorme trasiego de personas. El ministro en funciones, Luis Planas; el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno; la consejera, Carmen Crespo; el presidente de la Diputación, Francisco Reyes, y el alcalde de la capital, Javier Márquez estrechaban sus manos para hacerse la foto que marca el comienzo de Expoliva. Hasta el próximo sábado, los profesionales contarán con más de 32.000 metros cuadrados de exposición, 380 estands y profesionales de más de 60 países; con propuestas como el Salón del Aceite de Oliva Virgen Extra, con 180 marcas; diferentes acciones comerciales, encuentros y presentaciones ligadas al sector. “Es una oportunidad para hacer una radiografía de lo que es hoy el mundo del aceite de oliva, pero también de lo que puede llegar a ser dentro de unos años”, señaló Luis Planas en su intervención inicial. “Quiero rendir un homenaje al excelente trabajo que realizan todos los agricultores, cooperativas y almazaras. Sin ellos, el aceite no sería la punta de lanza del sector agroalimentario expañol y el punto de referencia de la economía de nuestro país”, defendió.

No le falta razón al ministro. Ahí están los datos: Andalucía cuenta con más de un millón y medio de hectáreas dedicadas al olivo, a lo que se une un tejido agroindustrial con más de 1.700 empresas, entre almazaras, extractoras de orujo, refinerías, envasadoras e industrias de aderezo. A todo esto hay que sumar los buenos datos, como el liderazgo en las exportaciones o la producción récord de la última campaña, con casi 1,8 millones de toneladas de cosecha. Uno de cada dos litros de aceite de oliva que se consumen en el mundo salen de España, especialmente de Jaén, la gran alcuza del mundo.

Esos buenos datos contrastan con la encrucijada en la que se encuentra ahora mismo el sector por los bajos precios en origen. Expoliva es también un foro para buscar soluciones a los problemas y Luis Planas expuso, minutos antes de la inaguración de la Feria, cuáles son las “recetas” que tiene el actual Gobierno de España. “El liderazgo no se proclama, se ejerce con la calidad, la comercialización y la organización”, dijo el ministro para poner sobre la mesa tres retos de futuro: El primero, la calidad y la trazabilidad. “No nos podemos permitir falsas noticias ni errores. Aquello que vendemos debe ser exactamente lo que ponemos en la etiqueta”, defendió. Al respecto, señaló que todas y cada una de las categorías del aceite de oliva deben estar perfectamente definidas y deben ser “aplicadas por parte de todos”.

El segundo reto que apuntó el ministro es la comercialización y la apertura de nuevos mercados. “Tenemos que prepararnos en España para alcanzar los dos millones de aceite de oliva en un contexto en el que la producción mundial llegará muy pronto a los cuatro millones de toneladas. Si queremos hacer de ese crecimiento un futuro para el sector hay que abrir nuevos mercados y estamos en ello”, explicó para citar países en los que el consumo tiene un enorme potencial de crecimiento como China, Norteamérica, India o Indonesia. “Tenemos que mirar fuera”, insistió.

El tercer gran reto del sector es la organización. En este punto, el ministro habló de la autorregulación, es decir, la posibilidad de que los distintos actores puedan retirar producto en los años excedentarios y ponerlo en circulación en las cosechas deficitarias: “Yo lo veo de forma positiva y lo vamos a impulsar”, dijo. ¿Tiene encaje legal o puede chocar con las autoridades europeas por incumplir las reglas de competencia? “Es un mecanismo perfectamente posible y admisible en el marco del reglamento de la organización común de mercados”, concluyó.

El presidente de la Junta de Andalucía tampoco dejó pasar la oportunidad de referirse a la crisis de los bajos precios: “Todos debemos empujar en la misma dirección para dar una respuesta a la demanda justa de los productores de aceite”. Pidió “lealtad” institucional para intentar rebajar los umbrales de referencia que sirven para activar el almacenamiento privado. Más allá de esta situación, Juan Manuel Moreno alabó el aceite de oliva como “el mejor del mundo”. “Sin duda alguna”, dijo para animar a los productores a seguir apostando por la calidad, la innovación, la comercialización y la apertura de nuevos mercados: “Solo así podremos colocar este oro líquido en las mejores mesas de todo el mundo”, concluyó el máximo responsable de la Junta en su primera Expoliva.

Francisco Reyes, el presidente de la Diputación que es la principal patrocinadora de la muestra, agradeció el esfuerzo de todo el sector oleícola para que el sector del aceite “sea el gran ejemplo del avance por la calidad”. “Estamos orgullos de que esta feria se ceelebre en Jaén”, añadió.

Durante más de dos horas, la comitiva de autoridades visitó numerosos estand. Mojaron pan en oro líquido; probaron un cócteles hechos con aceite de oliva o platos elaborados por el chef jiennense Pedro Sánchez; comprobaron como funciona la primera almazara portátil para fabricar el aceite en casa o vieron el prototipo de un robot que, en un futuro no muy lejano, ayudará a los olivareros en su trabajo de campo. Expoliva es diversidad, es innovación, es sabor y, también, es negocio. No hay que olvidar que es la edición de los récords, con 380 estand y profesionales del sector procedentes de 60 países. Jaén vuelve a erigirse, por méritos propios, en la capital mundial del aceite de oliva. Oro líquido en estado puro.