La anhelada Autovía del Olivar está 13,5 kilómetros más cerca
Si hasta Tomás de Aquino, que terminó santificado, tuvo dudas sobre su fe, cuántas veces no habrán desconfiado los vecinos de La Loma sobre la existencia de la Autovía del Olivar, de la que, sin verla en toda su dimensión, escuchan sus bondades desde hace casi dos décadas. ¿La construirán o no? Esa es la cuestión y, con un acto protocolario acto celebrado ayer, la respuesta se acerca cada vez más al “sí”.
En concreto, el bautizado como el Eje Diagonal Intermedio por la Junta de Andalucía, está 13,5 kilómetros más cerca de ser una realidad, por fin. La distancia avanzada hacia la apertura total de la autovía, proyectada entre Úbeda y la ciudad sevillana de Estepa, se corresponde con dos nuevos tramos por los que ya se puede conducir a 120 por hora: la Variante de Baeza y los 6.700 metros que separa el paraje del Cortijo de La Loma, en el Puente del Obispo, con el enlace de Torrequebradilla.
¿Y cuánto queda aún por construir? Son 170 kilómetros de recorrido los previstos, de los que más de la mitad atraviesan la provincia. En suelo jiennense, actualmente, están en servicio la conexión entre Úbeda y Baeza, la circunvalación sur de este ciudad, un tramo entre el anejo baezano del Puente del Obispo y el polígono de Mancha Real, otra calzada que da acceso a la capital y, desde Jaén, hasta Martos. En los primeros días del próximo mes de octubre, se inaugurará la Variante de Mancha Real, que evitará atravesar el polígono mancharrealeño, la parte más peligrosa del recorrido que todavía tiene la A-316. A finales de noviembre, según anuncia la Consejería de Fomento, terminarán las obras que se consideran de mayor calado. Y es que en este punto de la ingeniería tiene que salvar, mediante un puente, el río Guadalquivir, y construir una nueva subida a Baeza, en un terreno poco propicio, por ser arcilloso.
La inversión necesaria para ejecutar las obras inauguradas ayer fue de 50,3 millones de euros; quedan por gastar, de aquí a que acabe el año, más de 100. En total, unos trescientos millones de euros para 77 kilómetros de autovía. Queda por resolver la conexión entre Martos y el límite de provincia con Córdoba, unas obras que, al menos, sobre el papel, comienzan a tomar forma, para que la parte jiennense de la Autovía del Olivar esté completa. En la vecina Córdoba, los avances son menores, aunque sí está abierto al tráfico una calzada de doble carril para cada sentido entre Cabra y Lucena.
El eje que construye la Administración andaluza se cruza con dos carreteras que el Estado tiene la intención de convertir en autovías. En Baeza, a la altura de El Clavijo, la A-316 se cruza con la A-32, aún en obras. No hay demasiada sintonía entre los ejecutivos autonómico y central sobre cómo culminar este enlace aunque, con la obra inaugurada ayer, una y otra calzada están ciertamente unidas. La otra autovía es la futura A-81, es decir, la duplicación de la actual N-432, que atraviesa la Sierra Sur, una calzada que es motivo de preocupación y queja constante para los habitantes de esta comarca.
La Autovía del Olivar “revivió” después de que, en 2014, la Unión Europea la declarara como Gran Proyecto y le concediera una partida de fondos finalista, con la condición de que se ejecutaran las obras solicitadas antes del 31 de diciembre de 2015. En aquel momento, llevaban paralizados los trabajos en torno a un trienio, según el propio Gobierno andaluz.