Un lugar para dar dignidad

Al igual que cuando más se aprende se tiene la sensación de que el desconocimiento es mayor, quienes más ayudan al prójimo tienden a sentir que su implicación no es suficiente. Que se puede hacer más por el necesitado.

03 sep 2015 / 09:30 H.

Sin embargo, desde Cáritas Interparroquial, Rafael López-Sidro tiene el convencimiento de que, gracias al nuevo Centro de Día de Santa Clara, conseguirán cubrir la atención del 100% de los transeúntes que están en la calle. Contento y satisfecho por la acogida que han tenido las instalaciones desde su apertura el pasado mes de agosto, el presidente de la organización indica que no han bajado de 30 las personas diarias en el centro. Aunque lo primero que ofrecieron fueron desayunos, progresivamente, abren más servicios. Así, desde el día 24 también se puede cenar. “Subiremos las visitas en invierno, cuando comience la campaña de la aceituna. Creo que conseguiremos cubrir el 100% de la calle”, dice el representante de Cáritas.
Pata esencial del proyecto, López-Sidro destaca la labor del equipo de voluntarios. “Cuando abrimos, algunos estaban de vacaciones o se iban a ir, pero más de uno suspendió el viaje o se desplazó desde el otro extremo de España. Eso demuestra un gran valor”.
Contento con el recibimiento obtenido en su inicio, López-Sidro indica que también se ofrecerá servicio de ducha. “Contarán con lo que tenían en el Jordán, que está cerrado, pero con más servicios. “Además, cuando finalicen las obras, también dispondrán de lavandería y unos locales para que pasen el día, el tiempo que quieran. Es decir, que participen en actividades de forma que estén quitados de la calle”, explica el presidente.
Con el fin de ofrecer herramientas para la autonomía de las familias con menos recursos, Santa Clara será un punto de encuentro para la organización de cursos de formación alimentarios destinados a la preparación de una dieta equilibrada para los más pequeños. “Vamos a corregir la forma de alimentación de las familias, con rigor, de manera que entiendan que, por ejemplo, con la bollería industrial no están alimentados aunque tengan lleno el estómago”, apunta el presidente.
Y como las ideas son las que construyen las realidades, Rafael López-Sidro indica que, en última instancia, con los recursos necesarios, organizarán en planta superior, unas habitaciones para que las personas que no puedan estar en el albergue puedan pernoctar. “Se trata de conformar un centro complejo. Lo vamos a intentar y es lo menos que podemos hacer. Un centro digno para personas dignas”, manifiesta.
Por otra parte, López-Sidro señala que, con el comienzo de curso, corregirán “errores”: “Antes, además de cenar dábamos bolsas de comida. Pero, ya no lo haremos así, de forma que los usuarios se vayan totalmente satisfechos del comedor. Así tratamos con ellos directamente y sabemos qué necesitan”, manifiesta.