El PP halla en C’s la complicidad para lograr liquidez a corto plazo

El pacto de gobierno que no fraguó sobre el papel por discrepancias sobre liberación de concejales y dictados que llegaban por imposición directa de la cúpula catalana de Ciudadanos (C’s) parece haber cuajado a base de reuniones a puerta cerrada; sin bombos, ni platillos, ni flashes de cámaras fotográficas. En una sesión ordinaria que el equipo de Gobierno local consideraba decisiva para asegurarse la liquidez inmediata que necesitan las arcas municipales para atender a los pagos de nóminas y servicios públicos, los tres ediles del partido de Albert Rivera sirvieron de puntal imprescindible para que el PP sacara adelante medidas que superan los 20 millones de euros ante las que el PSOE y Jaén en Común (JeC) expresaron todas las dudas.

31 jul 2015 / 09:52 H.


Propuestas para la aprobación de reconocimientos extrajudiciales de deuda, renovaciones de pólizas vencidas, solicitudes al Gobierno y a la Junta de Andalucía de anticipos en la participación del Ayuntamiento en los impuestos del Estado (PIE) y de la comunidad autónoma (Patrica) y la adhesión al Fondo de Financiación de 2016 coparon tres quintas partes de un pleno en el que hasta el alcalde, José Enrique Fernández de Moya, apeló a la “responsabilidad” de la oposición para que, entre todos —dijo—: “Saquemos el Ayuntamiento adelante”.

“La situación lo requiere teniendo en cuenta el estado de la tesorería y la necesidad de liquidez para los próximos meses”, esgrimió el concejal de Hacienda, Manuel Bonilla, que sacó pecho de las “políticas liberales y de austeridad de [Angela] Merkel y [Mariano] Rajoy” y las opuso a “las que conducen a la situación actual que hay en Grecia o en Venezuela”. Frente a los modelos económicos de la izquierda “populista”, que censuró, el edil de Hacienda defendió que las políticas de estabilidad conducen a la racionalidad en la prestación de servicios. Pero, en el caso de la capital, su homóloga de JeC, María Dolores Nieto, le espetó que sus palabras contrastaban con la caída en picado del que tiene el dudoso honor de ser el tercer Ayuntamiento con la deuda financiera más elevada del país. La concejal definió la sesión de ayer de “pleno iceberg”, por el impacto económico y social de las medidas de liquidez que ayer se solicitaron, y se rebeló contra el llamamiento a la “responsabilidad” que el equipo de Gobierno estaba haciendo.

“No puede llamar responsabilidad a pedirnos que les demos una mayoría que no tienen para que el PP aplique su programa municipal. Esto es para darle vida a un presupuesto que era un fraude”, sentenció Nieto, que criticó las “reuniones a puerta cerrada” entre el PP y C’s, y alertó: “El resultado de esta situación anómala no puede ser que, en diciembre, seamos intervenidos por el Ministerio. Hace falta un rescate que permita aplicar programas que sean una esperanza para la ciudad”. De hecho, criticó que, en su reunión con el ministro de Hacienda, el miércoles, el alcalde “solo le pidiera un respiro para llegar a final de año”, aunque Bonilla se mostró convencido: “El Gobierno del PP no va a disolver el Ayuntamiento. Recibiremos ayudas. Lo que no sé es qué pasará si ganan Podemos o Ganemos”.
La edil socialista Mercedes Gámez caminó por la misma senda argumental de Nieto. Reprochó al PP que, en este primer mes de mandato, “ha lastrado” al Ayuntamiento con 98,9 millones más de deuda. Advirtió de que la adhesión al Fondo de Ordenación supondrá la devolución de 31 millones cuando solo se van a recibir 14,1 millones por los intereses que se generarán, y sobre el adelanto de la PIE, preguntó: “Si no podemos devolver los 24 millones del anticipo de diciembre, ¿cómo vamos a devolver este de 4 millones? Nos están convirtiendo ustedes en malos pagadores”. Frente a una “espiral agónica”, abogó por “soluciones globales para atender los problemas de la ciudadanía”.
Desde C’s, también su portavoz municipal señaló que las medidas de ayer “no son el fin total” que persigue su formación. Pero justificó el voto favorable de su partido a los adelantos de la PIE y de la Patrica y la abstención en el caso del Fondo de Financiación de 2016 —cuya votación hubo que repetir porque, al parecer, Rosa Cárdenas no estaba en el salón de plenos— en que: “Son necesarios para evitar un caos absoluto y por las familias que trabajan en el Ayuntamiento. No son los culpables de esta situación y no deben sufrir esos daños colaterales”.