Pero ahora ha llegado una nueva moda proveniente de Estados Unidos, la tierra de las oportunidades y los éxitos, así que hagámosle caso a los inventores del Iphone y el Smartphone, que siempre llevan razón. No se preocupe si la genética no le ha otorgado un físico espectacular y fácil de mantener y usted no lleva muy bien lo de ir al gimnasio cinco días a la semana o salir a correr todos los días. Con uno basta. O ni eso, porque la nueva moda que hombres como Leonardo Di Caprio promulgan les vale para filmar películas y triunfar con las chicas. Ahora hay que ser “fofisano”.

El cuadro de Las tres gracias del pintor barroco Rubens que se exhibe en el Museo del Prado de Madrid representa a tres mujeres que no destacan por la sensualidad de sus curvas. Más bien por la amplitud de las mismas. ¿Por qué? Porque las modelos de estos artistas no eran esqueléticas ni delgadas, ya que esto era sinónimo de mala alimentación y, por ende, de no tener dinero para comer en generosas cantidades. Ya en el siglo XVII había artistas que concebían la perfección de esta manera. Han tenido que pasar varios siglos para que la sociedad recapacitara que los cánones de belleza actuales no se ajustan a una realidad mayoritaria de la sociedad. Pero ahora se materializa con el hombre fofisano y la mujer gordibuena. Lucid tripa sin complejos, mostrad vuestros brazos tal y como son poco musculados y esos michelines que os hacen perfectos a vuestros ojos, pues ya podéis sentiros tranquilos y tranquilas con vuestra herencia genética.

La pregunta que debéis plantearos para saber si sois fofisanos es bien simple: ¿estáis sanos?

Si la respuesta es sí, podéis estar tranquilos. Si podéis aguantar las caminatas que se soportan en Semana Santa y feria, si podéis echar una pachanga de fútbol con los amigos sin necesitar una bombona de oxígeno o si podéis aguantar esas jornadas calurosas de rebajas ahora que estamos a primeros de julio, enhorabuena y no os preocupéis con vuestro exterior porque en el interior estáis más fuertes y saludables que un toro. La base de esta moda está en reconocer que una ligera curva en la barriga es lo más natural de una persona que se alimenta bien y por ende está saludable. Ya no hay que sentirse culpable por comer fuera de casa ni hay que tomarse una bebida light en vez de un botellín de cerveza con su tapa como Dios manda. Russel Crowe lo sabe y ha dejado de lado su cuerpo esculpido de gladiador. ¿Leonardo DiCaprio? El actor estadounidense dejó sus abdominales en alguna bolsa de valores cuando filmó El lobo de Wall Street. Hasta el Gran Wyoming que protagoniza el programa El Intermedio de la Sexta es fofisano siendo uno de los españoles pioneros.

Antes se era metrosexual y los hombre se preocupaban, además de por su manera de vestir, por físico de manera exagerada. Porque ser fofisano no se trata de comer mal, sino de no estresarse por restringirse alimentos. Es el fofisano quizás la versión más autentica del hombre masculino, despreocupado y honesto con la sociedad y con su salud. Todo a favor para sumarse a este estilo de vida y estética en el que el cuerpo está sano, tranquilo y poco esculpido.