El PSOE no ha movido aún hilos de un tripartito
Manuel Fernández Palomino no cierra puertas. Lo enfatizó durante la campaña electoral, en alusión al diálogo necesario con otras administraciones para conseguir atraer oportunidades a la capital jiennense, y lo hace ahora ante la posibilidad de un tripartito que devuelva a Jaén ese latido que —en su opinión— se ha paralizado en estos cuatro años. El secretario local del PSOE no descarta nada, pero insiste: “Toca diálogo”.
“Y escuchar”, advierte. A la ejecutiva local; a la militancia, en una asamblea que se convocará “en los próximos días”; a las fuerzas políticas que irrumpen en el arco municipal (Ciudadanos y Jaén en Común) y, en esa línea de diálogo que valora que el PSOE mantiene con los vecinos desde hace tres años, también a las federaciones.
“Y escuchar”, advierte. A la ejecutiva local; a la militancia, en una asamblea que se convocará “en los próximos días”; a las fuerzas políticas que irrumpen en el arco municipal (Ciudadanos y Jaén en Común) y, en esa línea de diálogo que valora que el PSOE mantiene con los vecinos desde hace tres años, también a las federaciones.
Por el momento, a preguntas de este periódico, el socialista negó que haya movido fichas en una posible negociación con C’s o JeC. Señaló que, por ahora, el contacto con los representantes de ambos partidos —concretamente, con los números uno de las dos candidaturas, Salud Anguita y Manuel Montejo, respectivamente— se ha limitado a felicitarlos por los resultados electorales y la representación que han obtenido en el Ayuntamiento de la capital.
En el año 2007, con 13 concejales —4 más que los obtenidos el pasado domingo—, el PSOE de Carmen Peñalver lideró una coalición de gobierno con Izquierda Unida que negó la posibilidad de gestionar la capital a la fuerza más votada, el PP de Miguel Sánchez de Alcázar, con la que empató en ediles. Aunque no quiso adelantarse a una situación como la actual, en la entrevista que concedió a este periódico durante la campaña electoral, Fernández Palomino defendió aquel acuerdo de gobierno. Por un lado, porque respetó las normas democráticas. Y, por otro, porque —en su opinión— dio cumplimiento al sentir mayoritario de la ciudadanía, de la que —dijo— “votó progreso”.
El escenario, ahora, es “radicalmente distinto” y las fuerzas emergentes que, a partir del próximo 13 de junio, en el Ayuntamiento de la capital insisten en posturas que, en principio, dificultarán la posibilidad de un tripartito. Pero el juego de la negociación está abierto y el refrán advierte: “Nunca digas: ‘De este agua no beberé”.