Nuevo proceso judicial contra el condenado por violar a sus hijas

José Luis O. C. lleva ocho largos años en prisión. Este tendero de Torredonjimeno cumple desde el 1 de febrero del año 2007 la condena de 33 años de cárcel que le impuso la Audiencia Provincial por violar a María José, su hija mayor, en innumerables ocasiones durante ocho años; por abusar de Dolores, otra de sus hijas, y de maltratar a cinco miembros de su familia “a los que tenía atemorizados por su violencia desmedida”. Tal fue el clima de temor que sufrieron las dos hermanas que, en febrero de 2002, quisieron poner fin a su pesadilla, abandonaron su casa y huyeron a Francia —desde donde denunciaron lo ocurrido—. Ambas residen todavía en el país galo, donde han formado sus propias familias.

27 may 2015 / 10:58 H.

Ahora, el Juzgado de Instrucción número 1 de Martos investiga si, desde la prisión, José Luis O. C. está coaccionando y amenazando a su esposa para que no vea a sus hijas e impida que estas se reúnan con sus otros tres hermanos. Hay que recordar que la mujer siempre creyó en la inocencia de su marido y rechazó los relatos de sus hijas María José y Dolores. Fueron ellas, desde Francia, las que escribieron una carta a la Fiscalía de Jaén en la que denunciaban los hechos. Fue en las pasadas Navidades. Aseguraban que su padre seguía controlando a su madre a través de amenazas y coacciones, tal y como explican fuentes cercanas al caso.
El Ministerio Público abrió diligencias e interrogó a los abuelos maternos, que viven en Arquillos, y a varias cuñadas de José Luis O. C. Él siguiente paso fue hablar con la supuesta víctima, con la esposa del condenado y madre de María José y Dolores. Ella lo negó todo y rechazó haber sido amenazada por su marido cuando ha ido a visitarlo a la cárcel.
No obstante, la Fiscalía remitió la denuncia al Juzgado de Instrucción número 1 de Martos —el competente para este caso—, que la admitió a trámite, con lo que se abrió un nuevo procedimiento judicial contra José Luis O. C. Las fuentes consultadas explican que la causa está pendiente de que las dos hijas mayores —las que sufrieron años de violaciones y abusos sexuales— ratifiquen su denuncia en sede judicial. Para ello, el Juzgado ha tramitado las correspondientes comisiones rogatorias a la Justicia francesa para que María José y Dolores declaren como testigos.