En busca y captura el presunto pederasta por no acudir al juicio

Antonio B.G., el presunto pederasta descubierto gracias a las cintas que el robó un vecino, debía personarse hoy en uno de los juicios del año en Jaén. Se hubiese sentado en el banquillo de los acusados del Penal 3. En estos momentos, el acusado se encuentra en busca y captura al no acudir al juicio.

La juez Inmaculada Leyva López decidió que la vista oral se celebre a puerta cerrada con el objetivo de preservar la intimidad de la víctima de los supuestos abusos, ya que todavía es menor de edad —tiene 17 años—. Se lo ha comunicado a través de un auto a las partes personadas en el procedimiento, es decir, a la Fiscalía, a la única acusación particular y a la defensa del procesado. Antonio B. G. debe responder de delitos de abusos, exhibicionismo y tenencia de pornografía infantil, por los que se enfrenta a peticiones de condena que oscilan entre los cuatro años y medio y los seis años de prisión.

Hay que recordar que el caso se destapó a mediados del pasado mes de diciembre, cuando la Policía recibió varias cintas de contenido pedófilo que fueron remitidas de forma anónima. Las grabaciones fueron robadas el 9 de diciembre por un vecino del acusado, conocido como el “buen ladrón” por su gesto de hacer llevar las grabaciones a la Comisaría. Y es que esas cintas permitieron a los investigadores detener a Antonio B. G. e identificar a cuatro de los menores con los que mantuvo sexo. La investigación posterior desveló que tres de esos casos estaban ya prescritos.

El presunto pederasta estuvo en prisión preventiva algo más de un mes. Sin embargo, cuando la Policía logró detener a la persona que robó el material pornográfico, el juez no tuvo más remedio que poner en libertad a Antonio B. G., pues esas pruebas fueron declaradas nulas al ser obtenidas de forma ilícita.

Tras su excarcelación, producida el 20 de enero, el acusadlo se vio obligado a marcharse de casa. Tuvo que huir protegido por la Policía para evitar ser linchado por sus vecinos. Se cobijó en la propia Comisaría y, después, en una pensión de la capital. Posteriormente, puso tierra de por medio y se refugió en otra provincia, donde actualmente reside para alejarse del ambiente hostil de sus vecinos. De hecho, su vivienda resultó dañada en un incendio, producido a mediados de marzo y que los investigadores calificaron como intencionado.

En el juicio de hoy, no tendrían validez como pruebas las cintas robadas por el “buen ladrón”. Las acusaciones sí podrián utilizar como argumento de cargo la declaración del imputado realizada tras su arresto y en la que reconocía parcialmente los hechos. La Fiscalía pide un castigo de cuatro años y medio de cárcel para Antonio B. G., más el pago de una indemnización de 5.000 euros para la única víctima. La acusación particular, ejercida por la familia de este joven, es más severa y solicita la pena máxima por los tres delitos imputados: seis años de cárcel. Además, reclama una compensación económica de 20.000 euros. La defensa, en principio, sostendrá la inocencia del presunto pederasta. Aunque todavía no ha habido ningún tipo de conversación al respecto, no se descarta, sin embargo, la posibilidad de que las partes alcancen un acuerdo. 

20 nov 2014 / 10:46 H.