El Ayuntamiento ya mide los ruidos en San Ildefonso

El interés público y el privado están en conflicto y la Gerencia tiene la ardua tarea de conseguir conciliar los derechos de los ciudadanos con los de, en este caso, los empresarios hosteleros. Para el sector, “no hay argumentos” para declarar a este distrito de Jaén zona acústicamente saturada.

“Es una evidencia y el Ayuntamiento la ha detectado”, sintetiza el presidente de la Asociación de Restaurantes, Cafeterías y Bares (Asostel), Gabriel Archilla. Y, precisamente, este motivo —añade el empresario— es el que está detrás de la reunión que el colectivo mantuvo, el 20 de octubre, con el concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Francisco Javier Márquez. También estaba invitada a ella la asociación de vecinos de la zona, Puerta del Ángel, pero, según pudo saber este periódico, media hora antes de la cita excusó su ausencia.

Como han hecho en reiteradas ocasiones, y, además, así aparece reflejado en las alegaciones formuladas al expediente, la junta directiva de Asostel rogó al concejal que “se reconsidere” la declaración como ZAS de San Ildefonso. “No tiene ningún sentido que lo sea cuando no existen las terrazas. Solo hay tres en todo el barrio”, señala Archilla, que lamenta que hay negocios que han cerrado por esta situación, y asegura que hay empresarios que se están replanteando invertir en otros barrios por las dificultades que encuentran en este. “En San Ildefonso, hay un problema”, sentencia el presidente de Asostel. “Este barrio es un referente de restauración y tapas, y no podemos cargárnoslo, siendo tan interesante desde el punto de vista turístico”, señala el empresario, que se muestra “convencido” de que el Ayuntamiento reconsiderará su postura porque “no tiene argumentos para mantenerla”, y reclama, de nuevo, la peatonalización de la zona, “respetando siempre los derechos de los residentes para acceder a sus viviendas y a las cocheras”.

No obstante, antes de tomar cualquier determinación, el equipo de Gobierno debe escuchar también a los vecinos. La presidenta de “Puerta del Ángel”, Lola Arrebola, indicó a este periódico que la asociación solicitó la reunión con Márquez después de “San Lucas”. “Tenemos muchas ideas y se le trasladarán al concejal”, apunta la dirigente vecinal, que, sin embargo, no concreta cuáles son esas propuestas. Tan solo hace hincapié en que el “deseo” de los residentes es “llegar a un punto intermedio que permita la convivencia que necesitamos los vecinos del barrio y quienes quieren que San Ildefonso esté vivo y guste al que venga de fuera”.

Aclara que los vecinos “nunca” han estado en contra del gremio de la hostelería. “Saben —explica— que es necesario en cualquier barrio de la ciudad que existan establecimientos que le den vida, pero hay que llegar a un punto en común para la conciliación de los derechos de todos”, insiste Arrebola.

Una vez que concluyan las mediciones de ruidos en el barrio, que, para ello, se ha dividido en zonas, el Ayuntamiento tendrá que resolver las alegaciones que Asostel interpuso al expediente de declaración de San Ildefonso como Zona Acústicamente Saturada. Lo sea o no, el edil de Urbanismo asegura que la decisión se conocerá antes de que expire el año.