Llamas al límite del corazón urbano

A unos 100 metros de las últimas viviendas que anuncian la salida de Jaén hacia el Puente de la Sierra, un incendio a la altura de la conocida “Villa Pilar” calcinó, ayer, dos hectáreas y media de olivos, matorrales, cañaveral y chopos. Es el resumen de las seis horas que estuvo activo un fuego que se declaró, a las diez de la mañana, en el barranco del río Gordillo y que, poco a poco, fue escalando por la ladera hasta quedar a unos “tres o cuatro metros” de este emblemático caserón del barrio de La Alcantarilla que, después de años deshabitado, actualmente sirve de cuadra para caballos.

17 sep 2014 / 09:52 H.

 

Cuando el aviso entró por la mañana a la centralita del Parque de Bomberos, hasta el lugar del incendio se desplazaron seis bomberos y un vehículo autobomba. Consiguieron controlarlo. Pero, pasadas las dos de la tarde, varios vecinos alertaron de que el fuego se había “reavivado” al mediodía, informan fuentes del servicio unificado  de Emergencias 112 Andalucía.

 Hasta la zona acudieron agentes de la Policía Nacional y  Local, de la Guardia Civil, profesionales del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios de la capital y un dispositivo contra incendios forestales del Plan Infoca de la Junta, integrado por siete especialistas, más un agente de medio ambiente y un  camión con dos efectivos a bordo, que prestó “apoyo” a los bomberos locales. “Ellos intervinieron en un frente y nosotros, en otro”, relató a este periódico el sargento del Cuerpo de profesionales de Jaén, Manuel Jiménez, que precisó: “Por la tarde, nos desplazamos al lugar 11 bomberos y 4 vehículos”.

 Y es que sofocar las llamas y controlar el fuego no fue precisamente fácil. “Esa finca —explicó el especialista— tiene una pendiente muy acusada y había escombros y mucho matorral seco”. Pero estas no fueron las únicas “dificultades” que encontraron. Esperaban que lloviera —confesó Jiménez— y lo que, por el contrario, se encontraron fueron fuertes rachas de viento que hicieron aún más complicada la extinción de las llamas, que llegaron a consumir árboles frutales y parte del jardín trasero de la finca.

En las tareas para sofocar el fuego también echaron una mano vecinos de la zona y el hombre que —según pudo saber este periódico— guarda, desde hace un mes, sus bestias en la casona con la autorización del propietario.

El incendio quedó controlado alrededor de las cuatro de la tarde, si bien algunos bomberos se quedaron durante varias horas más en el lugar realizando labores de refresco. Por su parte, la Policía Científica tomó pruebas para determinar las causas de un fuego que todo apunta a que fue intencionado. “Aunque es muy difícil diagnosticar un incendio, por causas naturales no ha sido”, sentenció el especialista en Prevención y Extinción de Incendios de la capital, que razonó: “No ha habido causas naturales, como una tormenta seca, por ejemplo, que haya podido originarlo”. Si ha sido provocado o no, deberá concluirlo, por tanto, la autoridad policial.