Librerías en peligro por la caída de las ventas y la competencia desleal

Septiembre no solo es el mes de los coleccionables: también es el de la vuelta al cole, una fecha que, normalmente, supone un auténtico espaldarazo para negocios como el de las librerías. Sin embargo, desde hace unos pocos años la situación ha cambiado. “El sector de las papelerías-librerías pasa por unos momentos muy complicados”, explica Manuel Ortiz, que recuerda el cierre, en los últimos meses, de tres negocios “señeros” del ramo en la capital. “Los que estamos, medio subsistimos como podemos”, añade el dueño de Librería Ortiz. “Las ventas de libros de texto van muy mal”, confirma, por su parte, Francisco González, de Papelería Escolar y presidente de la Asociación Provincial de Libreros.

14 sep 2014 / 08:38 H.


¿Cuáles son los enemigos de este sector? La crisis, omnipresente, hace mella, pero hay otros dos grandes factores que hacen caer “hasta un 30%” la facturación de las librerías en pleno mes de septiembre. Uno, el sistema del cheque-libro que controla la Junta; el otro, la competencia desleal que, según denuncian los empresarios, sufren por parte de algunos colegios concertados y privados.
El cheque-libro es un vale para que los padres tengan una ayuda a la hora de comprar libros de texto. Abarca la enseñanza obligatoria, desde primero de Primaria hasta cuarto de la ESO. La Junta reparte los cheques a los centros escolares y estos, a su vez, a los progenitores, que acuden con los vales a las librerías. Al menos, sobre el papel. “Llevamos varios años en los que solo cambian los libros de primero y segundo de Primaria”, recalca Ortiz. Son, además, materiales sobre los que se escribe, así que es un cambio obligado. “Los demás cursos se debían ir renovando por rotación, pero ahora hay algunos a los que se van a dar seis o siete años de uso. Una barbaridad”, añade Ortiz.
Si los libros no cambian, el centro, que se queda con los del año anterior, los “presta” al alumnado. Los padres no compran, y las librerías no venden. Un círculo vicioso que tiene consecuencias terribles para estos negocios, a lo que se une la competencia desleal que ejercen colegios concertados que adquieren el material directamente de la editorial.