Una selva de flores se “come” el radar móvil del Riogordillo

El radar fijo que debe vigilar que los conductores no corran más de lo permitido en uno de los tramos de carretera más conflictivos de la provincia no puede funcionar. La maleza tiene inutilizado el aparato, instalado en el kilómetro 64 de la carretera A-316, en la bajada del Riogordillo, a apenas un par de kilómetros de la capital. Son los efectos de la primavera: Una selva de vegetación, coronada por vistosas flores amarillas, se lo ha “tragado” literalmente. Y en esas condiciones es imposible que el radar eche fotos en las que se pueda apreciar nada, ya que el objetivo está completamente tapado por estas plantas silvestres.  

16 may 2014 / 22:00 H.


En teoría, el radar tiene que estar completamente limpio para poder cumplir su función de forma adecuada. El aparato, que está valorado en unos 90.000 euros, pertenece a la Dirección General de Tráfico. Las fuentes consultadas explican que este organismo tiene concedido el mantenimiento de estos aparatos a una empresa privada externa. Sin embargo, a la vista de todos está que el radar está envuelto por un vergel incontrolado.
Y, como dice el refrán, no es flor de un día. El radar ya lleva casi un mes así. Los conductores que pasan con frecuencia por ese tramo —más de doce mil cada jornada, según los aforos de la Junta de Andalucía, propietaria de la carretera— se han percatado de las condiciones en las que está el cinemómetro. Incluso, la propia Guardia Civil de Jaén ha puesto la situación en conocimiento de la Jefatura Provincial de Tráfico.
El radar fue ubicado en el kilómetro 64 de la A-316 a principios del año 2008. Funcionó en periodo de pruebas durante los meses anteriores. La DGT eligió ese punto en concreto —justo enfrente de la estación de servicio del Riogordillo— porque se había detectado que era un tramo con una alta concentración de accidentes. Se trata de una larga recta con una fuerte bajada. Una trampa si no se conoce la carretera, ya que invita a pisar el acelerador más de la cuenta, porque termina en una pronunciada curva a la izquierda.
Ese radar ha sufrido varios actos vandálicos desde que fue instalado. Incluso, la carcasa estuvo vacía durante varios meses del año 2012.