El calor de mayo dispara los niveles de polen de olivo


Bendición y condena. Como sucede en algunos cuentos y leyendas clásicos, donde la sierpe venenosa se esconde tras la flor más bella y la maldición aguarda al que descubra el tesoro de valor incalculable, el olivo, imagen emblemática de la provincia y principal fuente de ingresos para decenas de miles de familias, ofrece sus frutos pero, también, es un arma de doble filo: varias semanas al año, durante su floración, supone una auténtica tortura para los alérgicos, que en la capital se cuentan por millares, a los que hay que añadir aquellos vecinos a los que afecta, también, otro tipo de plantas durante la primavera.

04 may 2014 / 22:00 H.


La Junta de Andalucía ofrece, a través de la página web del Complejo Hospitalario de Jaén, una muestra diaria de los niveles de polen de diferentes especies de flora, de modo que los alérgicos estén avisados antes de salir a la calle. Según esos datos, la temporada “negra” para los jiennenses a los que afecta el olivo ya ha empezado. De hecho lo hizo, justamente, con el arranque del mes de mayo. Si el día 29 de abril se midieron tan solo 32 granos de polen de oleáceas —entre las que se incluye el árbol del “oro verde”— por metro cúbico, un nivel bastante bajo, al día siguiente el registro se multiplicó y alcanzó los 191, una “alerta amarilla” que ya pudo notarse entre los alérgicos.
Pero fue el 1 de mayo, sin duda, el día que la flor de olivo “explotó”, con 279 granos en el aire de la capital, según el “portal” informativo de la Consejería de Salud.
Desde la semana pasada, de hecho, se ven ya las primeras mascarillas protectoras de algunos ciudadanos, y muchos afectados han comenzado con la toma de pastillas o el tratamiento adecuado para combatir los efectos de sus alergias. Entre los más comunes, el estornudo, el picor de nariz y ojos y la sensación de ahogo.
Aunque, desde luego, con el olivo no acaba la lista de plantas temidas por sus pólenes. Estos días, las gramíneas también han alcanzado niveles rojos.
Las altas temperaturas y la ausencia de lluvias son dos de los factores principales por los que los pólenes han comenzado a hacer su agosto particular, según destaca Salud en su “web”, donde, además, los expertos recomiendan reducir las salidas al campo y viajar con las ventanillas del coche subida.