Tres detenidos tras robar en una casa y llamar a la dueña por error

Madrugada del Miércoles Santo. Varios policías esperan dentro de coches “camuflados” en un residencial de viviendas de Expansión Norte. Saben que, horas atrás, unos ladrones han entrado en una casa para sustraer objetos de valor. Los agentes están seguros de que volverán a por más cosas.
Y al final, cayeron.

17 abr 2014 / 09:30 H.

La Policía Nacional detuvo a tres personas por su presunta relación con un robo dentro de una casa situada en la zona norte de la capital, concretamente, a la altura de la segunda fase del Parque del Bulevar. Supuestamente, los hombres entraron en la vivienda, que en esos momentos se encontraba vacía. Tomaron diversos objetos de valor y los cargaron en un vehículo. Entre ellos, había un teléfono móvil, que fue su perdición.
Al parecer, según ha podido saber Diario JAEN, emprendieron un viaje hasta un municipio de la provincia —parece que a Úbeda— para intentar revender la mercancía que habían conseguido. Sin embargo, en el botín había un teléfono móvil que se activó por error y marcó uno de los últimos números que había en el listado de las llamadas que, al parecer, era el de la propietaria de la casa. Esto hizo que la mujer comenzara a escuchar perfectamente la conversación. Oía cómo quedaban con otras personas para traspasarles los objetos de valor y, también, su voluntad de regresar otra vez a la vivienda, que parece que es un inmueble que se utiliza también como sede para una actividad empresarial. No cortó la llamada y se fue para la Comisaría. Desde ese momento, los policías comenzaron a escuchar los planes y tenían claro que iban a regresar al Bulevar.
De hecho, parece que incluso se llegó a acordar la venta de parte de la mercancía que aún permanecía en el inmueble, según ha trascendido. De ahí que establecieron un dispositivo con agentes de paisano y vehículos camuflados. Solo quedaba esperar a que regresaran, aunque, según comentaban y se escuchaba por el móvil —al parecer estaba en la guantera del coche—, era algo inminente. Y, al final, regresaron. No fue una detención espectacular ni muy ruidosa. Más bien, se podría catalogar como tremendamente eficaz. Llegaron tres hombres. Se bajaron del vehículo y se dirigieron hacia el domicilio que había sufrido el robo. En ese momento, policías nacionales de paisano se abalanzaron hacia ellos y les colocaron las esposas. Luego, los introdujeron en el coche patrulla y los trasladaron hasta la Comisaría.
Al parecer, en el interior de la vivienda se encontraban apilados algunos otros objetos de valor. Junto a una ventana había una televisión y un ordenador portátil. La fortuna hizo que se activara el teléfono móvil, pero los reflejos de la mujer que recibió la llamada y la rapidez de los agentes de la Policía Nacional fueron claves para practicar la detención, en plena madrugada del Miércoles Santo, entre el silencio de las calles del Bulevar.