Infierno en Puente Tablas

Un incendio mata a cuatro miembros de una familia en un chalé

29 may 2016 / 11:15 H.

Una tragedia volvió a ocurrir en el chalé del camino del Realejo de Puente Tablas en el que murió asesinada, en octubre de 2006, Rocío Estepa. Una macabra casualidad quiso que un aparatoso incendio se llevara la vida de cuatro personas de una misma familia.

Los hechos ocurrieron poco antes de las cuatro de la tarde y todavía no están esclarecidos del todo, principalmente porque los testigos presenciales que se hallaban en la parcela y sobrevivieron no estaban en condiciones para prestar declaración sobre el suceso. Lo que era un día de convivencia en la urbanización jiennense se tornó en inmensa desgracia. Los fallecidos son un niño de seis años, A. G. Q.; su padre, de treinta y seis, A. G. G.; el abuelo paterno del menor, F. G. M., de sesenta y ocho, y la abuela materna del pequeño, M. G. S., de setenta y ocho. Por otro lado, una bebé de unos meses, hermana del niño, quedó hospitalizada en estado crítico por inhalación de humo. Al cierre de esta edición se encontraba ingresada en la UCI del Complejo Hospitalario de Jaén. Mientras, una prima de ocho años se encontraba herida leve, con quemaduras en las piernas. Por otro lado, la madre del pequeño tuvo que se evacuada en una ambulancia, muy afectada con la situación que se había desencadenado.

Las primeras hipótesis —a expensas de los testimonios pendientes de recabar y de la investigación de los agentes de Criminalística de la Guardia Civil— apuntan a que el padre del niño fallecido pudo usar una garrafa de gasolina para encender el fuego. Se contempla la posibilidad de que una chispa prendiera el recipiente, que, literalmente, explotó. La deflagración causó lesiones a los presentes y prendió el sofá y otros enseres situados en el salón de la vivienda. Sin embargo, de acuerdo con los primeros indicios, la muerte se debió más a la asfixia que a las quemaduras. El bebé se encontraba en la habitación superior. Las fuentes consultadas indican que el hombre de treinta y seis años intentó salvar a sus hijos. El niño de seis años murió en la ambulancia.

Hasta el lugar se desplazaron los bomberos y agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil, además de los profesionales sanitarios. Igualmente se personaron familiares y amigos de los difuntos, que había comprado, hace alrededor de dos años, la vivienda de esa zona residencial próxima a Jaén capital. La calle en la que ocurrieron los trágicos hechos quedó cortada para facilitar el trabajo de las autoridades. Después del levantamiento de los cadáveres, los cuerpos sin vida de los fallecidos fueron introducidos en un furgón fúnebre.

Los allegados de las víctimas mostraron, abatidos, su incredulidad y desolación por el inesperado percance. El comentario general, incluso entre las Fuerzas de Seguridad, es que el domicilio “está maldito”, máxime tras las dos tragedias.

Policías y bomberos al rescate de las víctimas
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Dos policías locales fueron trasladados a Urgencias de la Clínica Cristo Rey afectados por inhalación de humo. El cuerpo municipal fue el primero en llegar. Ambos agentes, según las fuentes, rescataron al bebé de cuatro meses, que se encontraba en la cuna; a la abuela, que se hallaba en el baño; al niño de seis años y al abuelo, que quedó en la cocina. Posteriormente, los Bomberos recuperaron el cadáver del padre de los menores. La coordinación entre los distintos cuerpos y la profesionalidad de los sanitarios permitió salvar la vida a la pequeña.

Por otro lado, después de la retirada de los cadáveres, los integrantes de Criminalística de la Guardia Civil permanecieron en el lugar y recabaron indicios que resultarán fundamentales para reconstruir lo que ocurrió realmente en el chalé de Puente Tablas.