“Hay que cambiar esta injusticia”

Condenado a dos años y medio de cárcel el conductor que causó un accidente con dos fallecidos por circular ebrio

14 feb 2018 / 08:47 H.

Dos años y medio de cárcel y la retirada definitiva del carné de conducir. Ese es el castigo impuesto a Antonio Francisco C. T. por conducir en estado en embriaguez y causar un accidente en el que fallecieron Luis Ildefonso, un joven de Canena de 27 años, y Aurora, una chica de Rus, de solo 28. “Hay que cambiar esta injusticia. ¿Qué vale la vida de mi hijo?”, se pregunta, entre lágrimas Antonia Arévalo, que ni tan siquiera se encontró con fuerzas para acudir al juicio celebrado ayer en el Penal número 2. Durante las últimas semanas, esta “madre coraje” ha luchado por dar a conocer el caso con el objetivo de endurecer las penas para estos delincuentes. Incluso, llegó a contactar con Juan Carlos Quer, el padre de Diana, la joven asesinada en Galicia, para solidarizarse con su causa.

Antonio Francisco C. T. se declaró culpable de los hechos. Es decir, admitió que condujo borracho y que cometió un delito contra la seguridad vial en concurso ideal con dos homicidios por imprudencia. Su defensa cerró un acuerdo con la Fiscalía y las acusaciones particulares, ejercidas por las familias de las víctimas, tuvieron poco margen de maniobra. Al final, optaron por adherirse también a ese pacto, pese a las reticencias iniciales. El conductor fue condenado “in voce” a dos años y medio de cárcel, muy lejos de los cinco años y dos meses que inicialmente había solicitado la Fiscalía. En teoría, tendrá que ingresar en prisión, aunque la decisión final dependerá de la ejecución de la sentencia. “Es una porquería. No puede ser que matar a dos personas salga tan barato”, insiste Antonia Arévalo, una y otra vez.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del 2 de abril, en la travesía de la antigua Nacional 322, que une los dos pequeños municipios de La Loma. Las víctimas trabajaban en la cafetería de la gasolinera de Canena. Habían terminado su turno de trabajo y se dirigían a casa de unos amigos para ver una película. Fue en ese pequeño trayecto cuando ambos encontraron la muerte. La sentencia dictada ayer establece que Antonio Francisco C. T. conducía su Opel bajo los efectos del alcohol. Esa circunstancia, unida al exceso de velocidad, hizo que perdiera el control del coche y que no trazara correctamente la curva. Se desplazó en línea recta e invadió totalmente el sentido contrario de la circulación. Eso hizo que chocara de forma frontal con el vehículo Seat en el que viajaban Luis Ildefonso y Aurora, que fallecieron prácticamente en el acto.

Tres horas después del siniestro, la Guardia Civil realizó la prueba de alcoholemia al conductor. Antonio Francisco C. T. dio positivo. En concreto, 0,47 miligramos de alcohol por litro de aire espirado en la primera y 0,48 miligramos en la segunda. Una conducta que la Justicia ha calificado como un delito contra la seguridad vial. “La ley está hecha de tal manera que da igual matar a una persona que a veinte conduciendo borracho”, explica Antonia Arévalo.

La sentencia cierra judicialmente este caso, pero no cicatriza las heridas abiertas. Todo lo contrario. Las tres familias —la del acusado y las de las víctimas— coincidieron en los pasillos del Penal número 2. Los parientes Luis Alfonso y Aurora acudieron al Juzgado vestidos con camisetas de recuerdo a los dos fallecidos, en las que podía leerse un viejo axioma de los tribunales: “Justicia no es tratar a todos por igual, sino dar a cada uno lo suyo”. También llevaban pancartas con el lema que abanderado por Antonia en su cruzada por el endurecimiento de las penas a los delincuentes viales: “Matar no puede salir tan barato”.

Todos tuvieron que verse las caras en las puertas de la sala de vistas. Todos estaban en apenas veinte metros cuadrados y sin ningún tipo de separación. Fueron momentos de muchísima tensión, sobre todo cuando comenzó a fraguarse el acuerdo. Las abogadas de la acusación particular salieron de la sala de vistas para explicar la situación, es decir, que Antonio Francisco C. T. había comunicado a la juez su intención de reconocer los hechos y que la Fiscalía estaba dispuesta a rebajar el castigo inicialmente solicitado para el conductor acusado. Algunos familiares de Luis Alfonso y Aurora rompieron a llorar: “Es denigrante que la vida de una persona valga un año y pico de condena. Es que te paras a recapacitar y quieres gritar y quieres arañar y quieres llorar de rabia e impotencia”, asegura Eva López, hermana del joven fallecido, que sí acudió al juicio.

En esas condiciones, cualquier mirada mal entendida o cualquier comentario podría haber hecho saltar la chispa. La mayor tensión se produjo cuando el acusado, que hasta ese momento apenas se había dejado ver en el Juzgado, entró en la sala de vistas para reconocer los hechos. Algunos de los presentes le gritaron “asesino”. Las voces hicieron intervenir a los dos agentes de la Guardia Civil que custodian normalmente el juzgado. Tuvieron que poner paz y apaciguar los ánimos, que empezaban a crisparse. Después, policías nacionales acudieron para garantizar la salida de la sede judicial de Antonio Francisco C. T. y de su familia. Para entonces, los parientes de los dos jóvenes fallecidos ya se habían marchado. El acusado se marchó rápidamente. En silencio. “Voy a hablar desde el odio. Solo le deseo que sufra en la cárcel tanto como nosotros estamos sufriendo”, concluye Eva López, rota por el dolor.

Trámites para ejecutar la sentencia

El Juzgado de lo Penal número 2 de Jaén comenzó ayer mismo los trámites para ejecutar al sentencia a Antonio Francisco C. T. Lo primero que hizo la maquinaria judicial es reclamarle el carné de conducir. Se le retira durante 6 años, lo que supone la pérdida de vigencia definitiva. Ahora, se le requerirá para que entre en prisión. Se da por seguro que su defensa solicitará la suspensión de la condena.

La cruzada de una “madre coraje”
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Antonia Olivares estaba ayer dolorida e indignada. “Llevábamos mucho tiempo esperando el juicio y ha sido una decepción enorme. No hay justicia”, afirma la progenitora de Luis Ildefonso. Esta vecina de Canena se ha propuesto abanderar una campaña para tratar de endurecer el Código Penal para los delitos contra la seguridad vial en los que se producen fallecimientos: “Matar no puede salir tan barato”, es el lema de esta “madre coraje”.