García Anguita lleva a la Policía a un testigo del caso Matinsreg

El parlamentario andaluz dice que un trabajador municipal lo acusa falsamente de amenazas y obligarlo a visar facturas

02 jun 2018 / 10:29 H.

Les voy a contar la verdad: Es operario del Servicio de Conservación y Mantenimiento Urbano del Ayuntamiento y se hizo ingeniero técnico industrial. En la oficina de control de las concesionarias se quedó una vacante, así me lo comunicó el que era concejal de Mantenimiento Urbano, Manuel del Moral Negrillo. Pienso en él para el puesto (que ejerce unos meses), pero, no estamos en la empresa privada, y con su categoría no puede. Lo llamamos viene al despacho y le digo: ‘la culpa la tengo yo, tienes que salir de aquí’. Se cabrea”. Con este relato sobre uno de los testigos de la investigación judicial por el pago de facturas infladas en el Ayuntamiento a la empresa de Toro Matinsreg, el parlamentario andaluz y exconcejal de Personal y Seguridad, Miguel Ángel García Anguita, admite su vinculación con la causa judicial. Eso sí, sostiene que su señoría sabe de él por dos falsedades, de ahí que ya haya denunciado al testigo ante la Policía, como paso previo al juzgado. La primera mentira, según García Anguita, es que él, al contrario de lo que se sostuvo ante el instructor, no coaccionó telefónicamente a nadie. Admite que llamó al testigo, después de que este le diera recuerdos a través de un familiar suyo, con el que coincidió en Cárcheles. Al saber que había declarado en la investigación “sobre un tema importante, quería meter los dedos”, afirma. “Busco el número en la agenda, se pone una mujer y cuelgo. Pensé que me había equivocado”, zanja, no sin explicar que conserva el mismo teléfono desde hace años, aunque haya cambiado de terminal. “Si una persona quiere amenazar, insultar, quiere ofender no creo que sea tan tonto de llamar con un móvil que tiene desde hace veinte años”, argumenta el que fuera número 2 del PP jiennense, durante once años, y prácticamente, hasta el año pasado, mano derecha del secretario de Estado de Hacienda, exalcalde e investigado, José Enrique Fernández de Moya.

La otra mentira que sostiene García Anguita que se vertió es que presionó al testigo para visar pagos a la firma contratista. “He hablado con él dos veces. Jamás de facturas, no conozco a Matinsreg ni al empresario”, argumenta y por ello presentará contra el testigo otra denuncia judicial, por declaración falsa del testigo ante el instructor del caso. “Es completamente falso que yo le dijera que estaba allí por mis cojones y que tenía que firmar facturas”, insistió, además de criticar a esta empleado municipal, del que aseguró que fue concejal del PP en Cárcheles y al que ayer recomendó que, para mentir, use al menos la imaginación. Preguntado por si la Guardia Civil, en el marco de la operación, bautizada Auringi, o el juez encargado del caso, Antonio Valdivia Milla, lo han llamado a declarar, aseguró que no. De los hechos, por los que Fernández de Moya está investigado por los prevaricación, falsedad, malversación, cohecho y tráfico de influencias, asegura que nada sabe y de Matinsreg solo de oídas, a través de un empresario de Ciudad Real, que es consuegro de su vecino en Jaén, que estaba interesado en trabajar en la ciudad. “Me enteré que ese señor estuvo colaborando con la concejalía y la Alcaldía, buscando empresas por toda España, cuando Imesapi se fue y abandonó las fuentes, la iluminación y los semáforos”. En clave más política, García Anguita afirmó, cuestionado sobre si alguien de los encausados o del Ayuntamiento puede tratar de perjudicarlo: “Voy a estar muy pendiente del fuego amigo”. Y es que no ocultó que, desde abril del año pasado, cuando se distanció de Fernández de Moya, se siente “el enemigo a batir” y que, por lo tanto, su carrera en el PP está finiquitada y que, por ello, nada de lo que está viviendo es por casualidad.