“Estar en Jaén nos ha servido para distinguirnos y no tener competencia”

24 ene 2017 / 11:56 H.

Podrá resultar tan sorprendente como que Segura fuera provincia marítima en el siglo XVIII o El Condado una ciénaga por la que campaban los dinosaurios, pero que Jaén tiene aduana es tan real como los dos hechos anteriores. Y Lorenza Laut Antonaya (Vilches, 1961) —“Loren”, corrige presta— es la emprendedora que puede certificarlo. Desde hace 14 años, esta mujer lleva las riendas de Aduana del Guadalquivir. Una sociedad limitada que, con el aval de la Agencia Tributaria y bajo su control, gestiona importaciones y exportaciones y ayuda a las empresas “en sus proyectos de internacionalización, acercándoles a su domicilio los servicios que habitualmente se prestan en las zonas portuarias o aeroportuarias”, se lee en su web.

¿Cómo surgió? Para explicarlo, hay que rebobinar. A los 15 años, Loren empezó a trabajar en la “única empresa con secretariado” de su pueblo, “Salgado”. Tal vez, no hubiera cambiado de empresa, pero las fusiones hicieron que pasara de Salgado a Koype y de esta a Carbonell, donde un día, con la entrada de SOS Cuétara, a esta última “le pareció que ganábamos demasiado y decidieron que nos íbamos”. “Cuando te ves en esa tesitura, decides montar lo que sabes hacer”, dice, sin reparar en el riesgo o el coraje de hacerlo. Y nació Aduana del Guadalquivir. “Cuando lo decía ponía todo el mundo una cara muy rara. La gente piensa en una aduana para un lugar de frontera, en un puerto”. Ella la abrió en Guarromán y, “6 o 7 años después”, cuando las instalaciones se quedaron pequeñas, la trasladó a Andújar, donde hoy emplea a 15 personas, sin contar que tiene delegaciones en Córdoba (con 2 empleados) y en Algeciras, con otros 2. Desde el valle del Guadalquivir gestiona exportaciones e importaciones “de cualquier tipo de mercancías” en los puertos de Valencia, Barcelona, Bilbao, Sevilla, etcétera, y para cualquier destino imaginable. Y valora, estimando en “400 o 500” una cartera de clientes a los que se jacta de cuidar: “Estar en Jaén nos ha servido para diferenciarnos y no tener competencia”. La crisis que ha hundido a tantos en España “ha sido buena” para el comercio exterior. “Toda la producción española la hemos metido en barcos”, celebra la empresaria, que reconoce haber luchado “siempre contra marea” en un sector en el que “el 95% de los directivos son hombres”.