En busca de financiación

La idea inicial era construir una guardería en el polígono de El Valle que cubriera las necesidades del barrio y de parte de los vecinos de Loma del Royo. El proyecto quedó estancado en el año 2010, cuando las obras fueron interrumpidas. Ahora, más de un lustro después, la Asociación de Vecinos La Unión y el Ayuntamiento de Jaén coinciden en que edificar una guardería no sería práctico. Pero las infraestructuras, cuya inversión ronda el millón de euros, siguen ahí. ¿Qué será de la construcción con fondos públicos? ¿Aparecerán vías de financiación privadas?

David Martínez, presidente de “La Unión”, reconoce a este periódico que el asunto preocupa a los residentes. En el colectivo gusta la propuesta que el equipo de Gobierno hizo para darle utilidad a las instalaciones: convertirla en un centro destinado para los mayores. “A nosotros nos parece que lo que tiene más sentido es una unidad de estancia diurna”, manifiesta el dirigente vecinal. Martínez explica que la primera acción que debería realizar el Ayuntamiento es formalizar el “cambio de uso” de las instalaciones. “Queremos que tenga un enfoque social y sirva, también, de generador de empleo y que mejore el bienestar de los mayores”, afirma.

El último contacto entre el colectivo y el Ayuntamiento acerca del asunto fue antes de las elecciones municipales. “Con tantos comicios, ha sido un año atípico. Cuando nos reunimos con Reyes Chamorro, la propia concejal hizo mención al cambio de uso. Todo pasa por ahí. Tanto el equipo de Gobierno como nosotros coincidimos en que era necesario otro servicio”, comenta Luis Martínez a este periódico.

El escollo, ahora, es encontrar vías de financiación. Según “La Unión”, el Ayuntamiento aboga por sondear el interés de empresas privadas que asumieran la conclusión de los trabajos y la gestión posterior. “Hay que recordar que el proyecto contó, inicialmente, con el respaldo de las tres administraciones, es decir, estatal, autonómica y municipal”, dice.

problemas. Reconducir la construcción es uno de los caballos de batalla del colectivo. Ocurre que el lugar se convierte, a menudo, en refugio de malas prácticas. “No pasa siempre. Hay temporadas en que nadie se mete dentro. Pero en ocasiones sí que es un nido de drogas, un foco de infección”, añade.

En “La Unión” han hecho estimaciones de lo que supondría la reanudación —y puesta de largo— del proyecto: “Calculamos que habría espacio para una setenta u ochenta plazas. Y, en términos de creación de empleo, al menos una decena de personas podría lograr ocupación. Depende de la forma que tenga. Se manejaba la idea de que hubiese cafetería externa”, añade el dirigente vecinal. Hasta la fecha no hay constancia de que alguna empresa o cooperativa se haya interesado por reactivar la “guardería olvidada”.