Emanciparse, reto lejano

Los jóvenes necesitan cobrar un 98% más para comprar un piso

03 ene 2016 / 10:27 H.

Vivir por cuenta propia es un reto para la juventud, según se desprende del Observatorio de la Emancipación del primer trimestre de 2015. Hay un dato contundente: casi el 80% de quienes no llegan a la treintena reside con sus padres y, para emanciparse, tendría que dedicar el 60% de su sueldo solo al pago de la vivienda. Empresarios de la provincia afirman que el indicador es extrapolable a Jaén.

A Carmen Rueda, presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias JAEM, no le sorprende la estadística. “La edad media de un licenciado jiennense supera los 30 años. Concluye la carrera, no tiene trabajo y tiene que vivir con los padres. No se puede sufragar un alquiler sin ingresos”, expresa. Los bajos salarios explican, a su entender, la imposibilidad para independizarse. “Si ganas 800 euros y no trabajas en tu ciudad, la única opción es compartir piso. Aun así, con los gastos comunes de agua y de luz, es muy difícil llegar a fin de mes”, dice. Y agrega: “Yo he conocido casos de colegas que han renunciado a un puesto de trabajo porque lo que ganaban ni siquiera les servía para costearse; tenían que ponerle dinero para subsistir. Les salía mejor quedarse en su pueblo que aceptar un contrato en Jaén capital”, lamenta Rueda. Adquirir una vivienda, en situaciones como las que describe, no deja de ser una quimera. “Quien apenas puede con un alquiler, ¿cómo va a meterse en una hipoteca”, reflexiona la emprendedora.

desempleo. Antonio Ruano, presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE), entiende que en el 21 por ciento que no necesita el “auxilio” de las familias habrá un número mínimo de jiennenses. “Por desgracia tenemos una de las tasas de paro más altas del país. Está claro que sin ocupación no se puede ser autosuficiente”, expresa en declaraciones a este periódico. Coincide con Rueda en un factor que explica la carestía de los jóvenes: “Los salarios de la gente que accede por primera vez al mercado laboral son muy precarios. La persona que logra un sueldo de entre 1.000 y 1.200 euros se siente ilusionada, cuando es una cuantía que no hace justicia a su formación”, manifiesta el empresario jiennense.

“La juventud debe dar un paso importante: creer en ellos mismos. Si lo hacen, serán autosuficientes”, tercia Manuel Barrionuevo, presidente de la Cámara de Comercio. Sin dejar de lado la situación económica, Barrionuevo hace hincapié en la “actitud”: “Venimos de unos tiempos de bonanza, hace unos 20 años, en los que la juventud no ha tenido que abrocharse el cinturón. Yo tengo 55 años. Soy autónomo desde los 23. Entonces, las condiciones no eran mejores que ahora”, dice. Y añade: “El miedo frena a una generación que cuenta con mejores herramientas que nunca”. Los 3 representantes de los colectivos coinciden en que la falta de autonomía es un reflejo de la precariedad laboral. Independizarse es aún un reto lejano.