El reto: las conexiones ferroviarias

Los tres alcaldes abogan por la recuperación del tren para ganar competitividad

16 sep 2017 / 15:55 H.

Con sus respectivas ciudadanías en la calle, clamando en manifestaciones multitudinarias por inversiones en infraestructuras que acaben, de una vez por todas, con el desequilibrio histórico que arrastra el oriente andaluz e impulsen la generación de riqueza y la creación de empleo, los alcaldes de Jaén, Granada y Almería tenían que coincidir, “sí o sí”, en una línea de trabajo que es prioritaria: el desarrollo de las conexiones ferroviarias después de años en los que la estrategia gubernamental fue precisamente la contraria, el desmantelamiento.

Desde la ya lejana década de 1990, la provincia jiennense ha perdido el 90% de los trenes que hacían parada en ella; Granada lleva 29 meses aislada, y la conexión ferroviaria entre las capitales de Almería y Murcia es una rémora del pasado que ni siquiera recuerda la generación de almerienses que ronda la treintena. Entre ellos, su joven alcalde. El crecimiento económico y la generación de empleo nacen de estrategias y de apuestas políticas, y la Gran Recesión ha dejado al descubierto unas flaquezas que en Jaén, Granada y Almería no eran puntuales, sino el resultado de desequilibrios históricos. Conscientes del papel que tienen al frente de las que son las administraciones más cercanas a los ciudadanos, a la pregunta por los proyectos comunes entre Jaén, Granada y Almería que se podrían establecer dentro de las singularidades de cada capital, sus alcaldes no vacilaron. Javier Márquez, Francisco Cuenca y Ramón Fernández-Pacheco comparten una misma convicción, que la primera línea de trabajo común debe ser la lucha por la vertebración de sus territorios para ganar competitividad.

“Tener las mismas conexiones ferroviarias de otras ciudades”. Ese es el objetivo en el que está trabajando el Ayuntamiento de Granada y lo hace porque —como lamentó su alcalde, Francisco Cuenca—: “Es el gran déficit”. La semana pasada, la Mesa del Ferrocarril denunció en Bruselas la desconexión ferroviaria que sufre la capital granadina desde hace ya dos años y medio. Y, aunque la llegada de la Alta Velocidad es esencial, el munícipe indicó, mirando al futuro: “Tenemos que estudiar las redes de cercanías aprovechando las líneas ferroviarias en desuso”. En su opinión, esto es “determinante” porque hay redes que, en su momento, tuvieron un gran potencial económico. La recuperación de las conexiones ferroviarias es una necesidad que Cuenca ha trasladado también al Gobierno: “Espero que tengamos, a principios de 2018, la primera fase de la conexión de AVE y, al mismo tiempo, hemos de trabajar en la red ferroviaria aprovechando las conexiones en desuso, que fueron muy potentes desde el punto de vista económico y social, también conectando entes de desarrollo logístico y empresarial entre las tres provincias de Jaén, Granada y Almería”. Además de estas conexiones por ferrocarril, Francisco Cuenca reconoció que uno de los grandes debates del mundo local está relacionado con la movilidad. “En Granada, espero que el metro entre en funcionamiento la semana que viene y que eso permita revisar nuestros propios modelos de conexión entre grandes municipios, ciudades intermedias y medias”.

Javier Márquez coincide en que el “gran reto de la provincia” jiennense es la conexión ferroviaria. Y apuntó: “Una de las funciones que hemos de tener es la mayor conexión entre los municipios limítrofes respecto a la capital”. El alcalde de la capital del Santo Reino describió una situación que se repite cada mañana en la A-316: “Cualquier persona que se despierte a las seis de la mañana y vaya a Martos verá la gran cantidad de coches que hay circulando para ir a trabajar a Valeo. Es impresionante”. Según Márquez, la recuperación de vías ferroviarias en zonas limítrofes con la capital sería importante para unir el área metropolitana. “En Jaén, a media hora en coche, tenemos 500.000 habitantes y eso tiene un potencial muy importante. Y, aparte, hay elementos que potencian el conocimiento, como la Universidad de Jaén, que aporta ese plus a un trabajo del futuro que ya no será mecánico, sino creativo”, reflexionó el regidor.

Márquez señaló que, además de reivindicaciones ferroviarias, las tres provincias comparten puntos turísticos en común que puede utilizar para potenciarse unas a otras, “prácticamente, sin coste alguno”. “Son espacios en los que podemos reafirmar nuestra identidad comunitaria”, remachó.

Si Granada acumula ya 29 meses de aislamiento ferroviario, Ramón Fernández-Pacheco “ni siquiera” recuerda la conexión por tren entre Almería y Murcia, y eso que están a dos horas y media en coche. “Pero, es más —denunció—, hay infraestructuras tan estructurantes como la A-92 que no ha llegado a la ciudad de Almería”. Del viaje mismo a Jaén recordó que hay un tramo de carretera autonómica (por Iznalloz) que también estaba destinado a ser autovía y, sin embargo, sigue siendo una quimera. “La historia de desagravios de todas las administraciones y de todos los colores políticos a la ciudad que tengo el honor de presidir es larga”, reprochó el alcalde de Almería, que destacó el poder de las infraestructuras para cohesionar territorios, paliar desequilibrios y aportar competitividad. “Solo en el término municipal de Almería hay más de 15.000 familias que viven directamente de los invernaderos y exportamos cerca del 70%. Imaginad los costes que hay que añadir a cada kilo de tomate mandándolo en camión y no en otro medio de transporte”, apuntó Fernández-Pacheco, que concluyó que, como representantes de los ciudadanos: “Los alcaldes haríamos un flaco favor si solo nos circunscribiéramos a las competencias que tienen que ver con el partido contrario y no tuviéramos la altura y la capacidad de ser críticos primero con los nuestros”.

“hemos de aprovechar conexiones en desuso”
“la primera necesidad es la unión de pueblos”
“la historia de desagravios es larga”