El remedio contra la ignorancia

La UJA se suma al manifiesto de los científicos españoles que pide al poder político un Pacto de Estado por la Ciencia

22 abr 2017 / 11:29 H.

Desconozco si es interesado, pero los políticos están desvirtuando lo que realmente es la ciencia, haciendo interpretaciones de algo que no lo es, y la gran preocupación que tenemos en todo el mundo, no solo en España, es que, apoyados en la crisis económica, nunca se restituya el déficit de financiación, con el daño que eso supondría”. La vicerrectora de Investigación de la Universidad de Jaén (UJA), Amelia Aránega, es una mujer concisa que no se anda por las ramas. Rodeada de investigadores, con motivo de las manifestaciones y concentraciones que, hoy, pespuntearán el planeta reclamando la atención de la sociedad y de la clase política sobre la importancia de la ciencia en el mundo actual y los peligros que la acechan, Aránega alertó, ayer, contra una “deriva” en la que ese conocimiento que fue objeto de culto para los ilustrados ahora es víctima de un menosprecio en la civilización occidental actual que no solo amenaza el progreso y la calidad de vida, sino la libertad de “colectivos socialmente frágiles, socavando así el sentido profundo de la dignidad humana”.

Esta es una de las frases del manifiesto por la ciencia que ha impulsado la Confederación de Sociedades Científicas de España (Cosce), con el respaldo de las universidades del país. Un documento que Aránega leyó ayer, advirtiendo de que “un mundo y un país sin ciencia son un mundo y un país estancados. Perdidos”. Inventos como la imprenta, la máquina de vapor, el automóvil o, más recientemente, la investigación en el ámbito médico con células madre... la sociedad del siglo XXI “es impensable” sin la contribución de la ciencia. “Sin su contribución es impensable mantener y mejorar los niveles de progreso, tecnología, calidad de vida y conocimiento”, arranca el texto.

Sin embargo, según la Cosce, en los países desarrollados se ha impuesto una corriente política que minusvalora, cuando no ignora, el papel de la ciencia en nuestras vidas con el resultado de un inexorable deterioro en la salud y el medio ambiente y un creciente menosprecio por el conocimiento que se ve sustituido por interpretaciones de la realidad alternativas a las que proporciona la ciencia. Esto, combinado con la inoculación y exaltación de la ignorancia, genera, en no pocas ocasiones, reacciones contra la libertad de colectivos socialmente frágiles, socavando así el sentido profundo de la dignidad humana.

En España, concretamente, la Confederación de Sociedades Científicas ve, además, un “persistente desinterés” en construir políticas científicas coherentes y duraderas por parte de los sucesivos gobiernos. El “abandono” de la I+D+i se ha justificado con la crisis, pero —lamenta la Cosce—: “Esto ha quebrado la incipiente progresión que la ciencia española había alcanzado en la primera década del presente siglo y el daño hasta ahora infligido a la estructura científica requerirá décadas para su recuperación”. Por este motivo, los científicos españoles reivindican, de forma “urgente, un drástico cambio de rumbo” que, en su opinión, debe ser el resultado del esfuerzo colectivo de toda la sociedad.

Los científicos reclaman cuatro acciones urgentes y que ambicionan que sean “duraderas”. La primera de ellas es la firma de un Pacto de Estado por la Ciencia “capaz de desligarla de los vaivenes políticos”; la puesta en marcha de un ente con estructura de agencia, homologable al European Research Council, dotado de un fondo estable de inversión procedente de los Presupuestos Generales del Estado y libre de los ciclos electorales; la integración de la ciencia en la agenda política a todos los niveles, y la restitución del Ministerio de Ciencia como reconocimiento del protagonismo y de la responsabilidad consideran que la ciencia debe ejercer en la gestión política.

más de cien grupos de investigación

En la Universidad de Jaén existen 115 grupos de investigación. A través del Plan de Apoyo que el Consejo de Gobierno de la institución universitaria aprobó a finales del año pasado, la actividad del personal investigador se financiará con, al menos, 2,2 millones de euros anuales a partir del actual. La diferencia respecto a otros planes es que las ayudas concedidas ahora estarán ligadas a la consecución de objetivos.

integración en la agenda política

Entre las medidas que los científicos españoles consideran inaplazables se encuentra la reivindicación de que la ciencia esté integrada en la agenda política y que los poderes legislativo y ejecutivo dispongan de información científica constante, suficiente y eficaz incorporando a asesores independientes que asesoren a los diputados que lo requieran y a los miembros del Gobierno, desde la Presidencia a las estructuras ministeriales.