El Refugio Antiaéreo hace de “basurero” en pleno centro

Vecinos piden civismo, pero se quejan de falta de contenedores

04 ago 2017 / 11:12 H.

El Refugio Antiaéreo de la Plaza de Santiago, que tiene la consideración de Lugar de Memoria Histórica de Andalucía, otorgado por la Junta, es una de las muestras de que la ciudad fue bombardeada el 1 de abril de 1937. A consecuencia de este cruel ataque de las tropas sublevadas, se construyeron refugios para la población, aunque el único visitable y rehabilitado y con contenido que lo hace visitable es el de la céntrica plaza, situada a las espaldas de la Escuela de Arte, en pleno recorrido turístico. Aunque es un monumento, residentes en este barrio del casco histórico y entidades lamentan que no se le trate con la dignidad que merece, como demuestra que se deposite basura en su acceso. De nada sirven los carteles, escritos a mano, en los que, por favor, se apela al civismo para evitar conductas como dejar bolsas de basura y enseres y muebles viejos, desde colchones hasta muebles que ya no valen.

Matilde Liébanas, la presidenta de la asociación vecinal La Muralla, que representa a los habitantes del entorno de Martínez Molina y las faldas del castillo, reconoce que el problema está ahí y que no es nada raro encontrar, casi cualquier cosa, con más frecuencia de la deseable, a las puertas del refugio. “Tenemos mucha parte de culpa los que vivimos por aquí, porque hay quien es capaz de bajar la bolsa de la basura a las cuatro de la tarde, o a las diez de la mañana, y dejarla allí todo el día”, sostiene. Esto trae problemas de malos olores y, en ocasiones, más serios, como la presencia de ratas. Pero no solo estos jiennenses tienen la solución. La representante ciudadana recuerda que son “infinidad” las quejas presentadas al Ayuntamiento para que coloque contenedores y, en general, facilite la vida a los vecinos en algo tan sencillo como sacar la basura. “Si en la Plaza de Santiago hubiera un lugar adecuado, la gente no la dejaría de cualquier forma”, razona. Liébanas critica que, aunque las calles aledañas son de difícil acceso, tampoco se ponen medios para que acudan los operarios del servicio de limpieza, como a otros puntos de la capital, y lamenta que, en muchas ocasiones, sea complicado deshacerse de los llamados voluminosos, a pesar de que la adjudicataria del servicio tenga personal para hacerse cargo de ellos.

El presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Miguel Ángel Valdivia, que sabe que existe esta costumbre de depositar desperdicios y objetos a las puertas del refugio, reconoce que los ciudadanos de esta zona critican, desde hace años, que no disponen de lugares adecuados para la basura, prácticamente, en ninguna de las calles. Este espacio no tiene horario de visitas, sino que se abre a petición de los operadores turísticos que así lo soliciten. El hecho de que no tenga otros usos y sea más accesible generó una polémica, esta primavera, entre Jaén en Común y el equipo de Gobierno.

Imagen “lamentable” de la Plaza de la Igualdad
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Contenedores de vidrio, papel y plástico en mal estado, estos últimos quemados por la acción de algún vándalo, y muebles abandonados en plena vía pública “adornan” la Plaza de la Igualdad, en el barrio de Peñamefécit. Este espacio público, destinado a la convivencia de los habitantes de esta populosa zona de la capital, no tiene el mantenimiento adecuado, como critican los residentes, que también aseguran que hay problemas de iluminación, lo que lo hace más inseguro. En esta plaza hay un parque infantil y son muchas las viviendas que la rodean, por lo que la situación de “abandono” genera numerosas críticas. No es la primera vez que el mal estado de la plaza y el poco civismo de algunos, que no dudan en arrojar basura o dejar restos del botellón allí, da lugar al malestar ciudadano y a escritos de denuncia al Ayuntamiento.