El Puente de la Sierra “vibra” de fe

Los vecinos festejan la tradicional romería del Cristo del Perdón de la Asomada

27 jun 2016 / 14:00 H.

La fe mueve montañas y es algo que quedó demostrado en el Puente de la Sierra. Los vecinos se rindieron, un año más, ante su Señor y celebraron por todo lo alto la romería en honor del Santísimo Cristo del Perdón de la Asomada. Como explicó el hermano mayor de la cofradía, Francisco Ramírez Aguilar, la devoción hacia la imagen y las ganas de honrarlo pudieron, incluso, con la calor y, de nuevo, se volvió a disfrutar de una fiesta marcada por el buen ambiente y la convivencia entre vecinos.

Los actos del “día grande” comenzaron con un desayuno a cargo del hermano mayor y, tras “coger fuerzas”, la junta de gobierno, cofrades y banderas, junto con la banda de música, caminaron desde la parroquia de Santa Cristina hacia la ermita, ubicada a la entrada del Puente de la Sierra. Allí hubo una misa, oficiada por el párroco Manuel Carmona y, una vez terminada, llegó el momento de caminar en procesión junto con el Cristo, de nuevo, hasta la iglesia. Al concluir, se realizó un rezo en el patio de la parroquia. Tras la fiesta religiosa, fue el turno de celebrar la denominada “copa de hermandad” en el Restaurante El Portazgo, donde se invitó a los cofrades. En la cita estuvieron, entre otros, el pregonero de este año, Víctor Manuel García Gómez.

La celebración sirvió para dar la bienvenida a la época estival, al igual que, a principios del siglo XX, hacían los hortelanos del Puente de la Sierra, donde organizaban una fiesta. Y, asimismo, como recordó Ramírez, se prosigue con la tradición que, desde los años cuarenta, “con los altibajos que ha tenido la cofradía”, se estableció de celebrar esta romería en la fecha más próxima a San Juan.

Por otro lado, como indicó, los actos romeros comenzaron el pasado 18 de junio, con una misa y el pregón a cargo de Víctor Manuel García, así como el concierto de la Banda Municipal de Jaén y la cena de hermandad en El Portazgo. También se celebró un triduo en honor del Cristo del Perdón de la Asomada en la iglesia de Santa Cristina y, el viernes, fue la eucaristía en recuerdo de los cofrades difuntos. Ya el sábado se celebró un concurso de pintura en los alrededores de la ermita. “La semana ha estado repleta de actividades y, tras el concurso de pintura para los niños, tuvimos una noche de convivencia en la ermita. Tapeamos allí y, cuando se acercaba la medianoche, tuvimos un rato de oración y rezamos el santo rosario en torno al Cristo de la Asomada y la Santísima Virgen del Valle”, explicó Ramírez, hermano mayor desde este año aunque, como confesó, lleva trabajando por la cofradía desde hace treinta años y estuvo en el cargo durante otros seis años. “Aquí nos queremos como si fuéramos familia, y nos une la devoción hacia el Cristo”, aseguró, antes de mostrar su satisfacción por el éxito de las actividades. “Ha salido todo bordado”, concluyó.