El pleno dimite y sitúa a la Cámara a un paso del cierre

Los empresarios dicen que, sin ayuda, no pueden hacer más

27 oct 2016 / 11:58 H.

La Cámara de Comercio e Industria de Jaén enfila un camino que, después de 130 años de historia, la puede llevar a la desaparición. Todos los miembros del pleno —pasadas las diez de la noche de ayer— firmaron la dimisión. Puede que haya sido el último de su historia. Dicen que solos no pueden y recalcaron que llevan desde el 22 de julio de 2014 con un duro trabajo para buscar soluciones que evitaran la desaparición. En cambio, ahora sí que se sienten incapaces y, sobre todo, sin ayuda. La dimisión conlleva dejar las llaves de la institución en la Delegación Provincial de Economía para que, otra vez, la Dirección General de Comercio nombre una gestora y, si no halla solución posible, que la comisión gestora se convierta en liquidadora para revisar el patrimonio, pagar lo que se pueda y echar el cierre definitivo.

El pleno de la institución firmó su renuncia en un ambiente desolador dentro de un Vivero de Empresas totalmente apagado, vacío y muy lejos de lo que fue. Los vocales se sentaron alrededor de la mesa de la sala de juntas Francisco Espinosa. A todos les interesaba mucho la situación económica de la entidad, que está reflejada en las cuentas. Se revisaron por todos los miembros antes de ver cuál sería el siguiente paso. El presidente, Manuel Barrionuevo, volvió a repetir, una vez más, una frase que sí que sonaba a despedida: “Para mí, la mayor satisfacción habría sido poder sacar la Cámara de Comercio e Industria de Jaén para adelante porque hace mucha falta y pagarle a todas las personas a las que se les debe dinero”.

En cambio, resultaba muy difícil tomar la decisión de dimitir y echar el cierre. Vocales del pleno respaldaron la idea de Manuel Barrionuevo, que pasa por vender o cerrar una operación financiera —una hipoteca— sobre el Vivero de Empresas, que daría viabilidad para desbloquear los embargos e intentar salir hacia adelante. En cambio, esta fórmula entra dentro del “mundo de las ideas” de la filosofía platónica y está bastante alejada de la realidad porque ni existe un comprador, ni se puede vender ni hipotecar, ya que existe una cláusula sobre el suelo, que es de titularidad municipal, que dice que si este terreno se deja de utilizar para vivero de empresas pasaría a la ciudad de Jaén. Y con este panorama, no hay más soluciones.

Este es un extracto de la carta de despedida facilitada por el presidente, Manuel Barrionuevo: “Hemos acudido a cuantas administraciones e instituciones pudieran resultar competentes ofreciendo posibles soluciones de continuidad y solicitando su ayuda. El pasado 6 de septiembre, mantuvimos una reunión en la que se encontraron presentes representantes del Ayuntamiento, de la Diputación Provincial, de la Junta de Andalucía y del Consejo Andaluz de Cámaras. Todos los asistentes coincidieron en afirmar, de forma unánime, la necesidad de que Jaén no pierda su Cámara de Comercio. Se acordó, tal y como consta en acta de la citada reunión, que, en un plazo de 30 días, se volvería a mantener una nueva reunión para que, tras pertinente estudio de la situación, todas las administraciones presentes procedieran a aportar soluciones definitivas a una situación insostenible por más tiempo. Del mismo modo, se puso de manifiesto que, en las opciones a plantear, se debería tener siempre presente la continuidad de la actual plantilla de esta Cámara. A día de hoy, esa reunión, lamentablemente, no se ha producido. Nada más podemos hacer ya. Fuimos herederos de una crítica situación a la que, a pesar de nuestro incesante esfuerzo, no hemos podido encontrar solución”.

Las cuentas se revisan, pero no se aprueban porque no están auditadas

El pleno de la Cámara de Comercio e Industria revisó las cuentas del ejercicio, pero no las pudo aprobar. La ley obliga a que los números cuenten con un informe de auditoría que les dé el visto bueno. En cambio, una institución que no tiene ni para pagar la electricidad, tampoco consiguió este documento, simplemente, porque carece de dinero para pagarlo. El presidente, Manuel Barrionuevo, insistió en que su mayor afán radica en que los números estén claros para que se pueda constatar la buena gestión que se ha realizado desde el 22 de julio de 2014 hasta el tercer trimestre de 2016.

Sin embargo, pese a que la idea pasaba por presentarle el balance y las cuentas detalladas a la Dirección General de Comercio de la Consejería de Economía, se tendrá que hacer con el aval de las personas que forman parte del pleno, pero no de la manera que marca la normativa. Por eso, el pleno solo podía decir si les parecían bien o no los números que se presentaron y que hacen alusión a la gestión de los últimos 26 meses, pero no puede aprobar las cuentas, como hacen todas las Cámaras de Comercio e Industria de España. Sin duda, otro problema derivado de la falta de liquidez y de los embargos de la entidad.