El Plan PIVE deja en la chatarra once mil coches viejos y más peligrosos
Hay 10.696 familias con ayuda para cambiar el vehículo
Desde hace bastante tiempo, la Dirección General de Tráfico (DGT) no lo duda. La antigüedad del coche está directamente relacionada con la siniestralidad en la carretera. La última estadística publicada relativa a la provincia señala que de los automóviles que se vieron implicados en un accidente en Jaén, 646 tenía más de 8 años, lo que representa el 75%. De hecho, de los 229 siniestros contabilizados, hubo 171 en los que los protagonistas eran coches, camiones o furgonetas que están ya en edad de acogerse al Plan PIVE y entrar en un desguace.
El Gobierno de España informa de que los planes de ayudas, que han estado dotados con 1.000 euros del Gobierno y otros 1.000 de promociones de las marcas y de los concesionarios o, ahora, de 750 de las arcas públicas y otros 750 de las empresas han sacado de las carreteras a casi 11.000 vehículos que se consideran viejos y, consecuentemente, mucho más peligrosos que los nuevos, que vienen equipados con mejores sistemas de seguridad.
Concretamente, existen 10.696 familias que han pedido una ayuda pública para cambiar su vehículo y han obtenido el visto bueno dentro de una iniciativa que no solo contenta a las personas que compran el automóvil, sino también a los que los venden. Óscar Arévalo es el gerente del Grupo Ávolo, una de las empresas que más vehículos comercializa en la provincia: “El Plan PIVE es un impulso en el que ganamos todos. Las familias se ahorran el dinero, los empresarios venden y pueden mantener los puestos de trabajo y el Gobierno que, en principio da la ayuda, rejuvenece los parques de vehículos y eleva los tributos que recauda vía impuestos, como el de matriculación y el IVA. Se trata de un círculo totalmente virtuoso. De todos modos, no hay que olvidar que en la compra influyen más factores y que solo conlleva el 10% del precio final”. Jaén es una de las provincias con el parque de vehículos más antiguo, ya que, según la DGT, la edad media de los coches que circulan por sus carreteras es de 13 años.
El fraude de las emisiones que estalló hace unos meses ha servido para que los jiennenses se preocupen mucho más por la contaminación que desprenden los vehículos. Los vendedores afirman que no se trata de un factor determinante a la hora de decidir la compra —el consumo medio, por ejemplo, convence mucho antes—, pero sí que se comienza a valorar a la hora de adquirir un automóvil. La Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto) acaba de publicar un estudio —elaborado por la consultora MSI— que revela que las emisiones contaminantes de los automóviles que se comercializan en Jaén han caído considerablemente en los últimos años y, concretamente, el 1,71% si se compara con los registros de hace tan solo 12 meses.
El estudio de Faconauto avala que el coche medio que se vende en la provincia ya no emite 117 partículas de dióxido de carbono por cada kilómetro —como el del último año—, sino que ha caído hasta las 115.
La patronal de los concesionarios considera que esta reducción se debe sobre todo a la influencia del Plan PIVE, que ha seguido vigente a lo largo del todo el año y que incentiva la adquisición de vehículos eficientes. Pese a que en la provincia han caído, sí que lo ha hecho bastante por debajo de la media andaluza.
Propiedad. El nuevo plan quiere atajar la “picaresca” de muchos, que no tenían coche antiguo y compraban alguno usado que estaba para el desguace para lograr la ayuda. Por eso, exige que, al menos, el vehículo que se achatarre tiene que estar un año a nombre de la persona que pide el incentivo.
ITV. Se trata de otra novedad que también lucha contra esta “triquiñuela”. Todos los vehículos que se den de baja han de tener la Inspección Técnica de Vehículos en vigor o, dicho de otro modo, condiciones técnicas para poder circular por las carreteras.
Menos dinero. El nuevo PIVE recorta 500 euros de la ayuda. Antes se daban 2.000. En cambio, ahora son 750 del Gobierno y otros 750 del concesionario y de la marca en forma de descuento comercial.
un máximo. El coche para el que se pide la ayuda tiene que costar, como mucho, 25.000 euros sin IVA. En el caso de las familias numerosas o con discapacidad puede llegar a 30.000 euros.