El “Perenne” cambia su versión

Reconoce que llevó a su cuñado “Miguelillo” hasta la casa de Magalhaes, pero que no vio cómo le disparaba

12 oct 2017 / 10:08 H.

Rubén M. C., un vecino de la capital de 27 años, está en prisión preventiva desde hace casi cuatro meses y medio. “El Perenne”, como se le conoce desde que era apenas un niño, está acusado de participar en el asesinato a de un tiro de Alberto Magalhaes, perpetrado en la madrugada del 25 de mayo, en la barriada de San Felipe. Presuntamente, llevó a Miguel Ángel O. M., alias “Miguelillo”— el considerado autor material del disparo—, hasta el lugar del crimen y, posteriormente, le facilitó la huida. Cuando fue detenido por la Policía cuatro días después de los hechos, “El Perenne” negó cualquier relación con el asesinato y relató que en ningún momento abandonó su casa en la madrugada en la que mataron a Magalhaes.

Después de 131 días a la sombra, ha decidido cambiar su versión. Rubén C. M. abandonó ayer por unas horas el Centro Penitenciario de Jaén. Fue “de paseo” hasta el Juzgado de Instrucción número 4 para relatar una nueva versión de lo que ocurrió aquella madrugada del 25 de mayo. “El Perenne” reconoció abiertamente ante la juez Carmen Ballesteros que mintió en su primera declaración porque estaba “nervioso” y no quería que lo culparan de nada. Ayer, dijo que iba a decir “toda la verdad”.

A grandes rasgos, Rubén M. C. admitió que llevó en coche a Miguel Ángel O. M. hasta la casa de Alberto Magalhaes. No lo quedaba otra, porque numerosos testigos lo vieron aquella noche a los mandos del vehículo en el que viajaba el presunto autor del disparo. Según su versión, su cuñado se enteró de que la víctima y su esposa estaban juntos aquella noche, lo que le hizo ponerse “muy nervioso”. Por ello, le pidió que lo acompañara para buscarlos, porque él no podía conducir. “El Perenne” añadió que dieron varias vueltas desde las dos de la madrugada y que, sobre las tres, convenció a “Miguelillo” para dejar la búsqueda y marcharse cada uno a su casa.

Rubén M. C. aclaró que, poco después, su cuñado volvió a enviarles mensajes para saber si su mujer había vuelto y que, sobre las cuatro de la mañana, le pidió que fuera a buscarlo. En el domicilio familiar, Miguel Ángel O. M. se encontró con su esposa, con la que comenzó a discutir. Y que sobre las seis menos cuarto de la mañana, el presunto autor del crimen le pidió otra vez que lo llevara a buscar a Magalhaes. “No quería ir porque uno era mi mejor amigo y otro es mi cuñado”, explicó ayer “El Perenne” a la juez Carmen Ballesteros. Sin embargo, finalmente accedió.

Rubén M. C. agregó que “Miguelillo” iba desarmado, que no llevaba escopeta alguna y que solo portaba un bate de béisbol. Admitió que lo llevó hasta la calle Tiro Nacional, donde vivía la víctima. Aseguró que dejó al presunto autor de los hechos en la puerta de la casa de Alberto Magalhaes y que él se marchó para aparcar el coche en una calle más cercana. “Miguel me dijo que me esperara allí”, añadió. Según siempre su versión de los hechos, cinco minutos después, escuchó una detonación y vio que Miguel Ángel volvía, con una escopeta de caza en las manos, “larga y sin recortar”: “Le pregunté que qué había pasado y me dijo que le había pegado un tiro a Magalhaes porque él había querido matarlo”, contó a su señoría. A continuación, lo llevó hasta su casa, donde “Miguelillo” le dio un bofetón a su mujer y le recriminó que había cometido los hechos por su culpa. Después, se fue, llevándose la escopeta. “El Perenne” aseguró que su cuñado le tenía “mucho miedo” a Alberto Magalhaes, porque lo había amenazado en más de una ocasión con “meterlo en una caja de pino”. También aclaró que Miguel Ángel había consumido drogas aquella madrugada.

“Miguelillo” se mantiene todavía en silencio. Se acogió a su derecho a no declarar cuando fue detenido. Sin embargo, se da por seguro de que pedirá a la juez contar su versión tras conocer lo dicho por su cuñado. Ese será otra piezas de este rompecabezas.

Amplio dispositivo policial

La Comisaría estableció un fuerte cordón de seguridad para custodiar la llegada de Rubén M. C. al Juzgado de Instrucción número 4. La Policía quería evitar altercados, aunque, finalmente, todo se desarrolló con normalidad. En la calle Carmelo Torres solo había familiares de “El Perenne”. Había temor a que acudieran amigos o parientes de Alberto Magalhaes y que pudiera haber algún tipo de conflicto.

Iniciado el procedimiento del jurado

La instrucción de la causa está prácticamente terminada. Por eso, la magistrada anunció a las partes —la defensa de los dos procesados y la acusación particular— que el procedimiento se seguirá con los trámites de la ley del jurado. Así que, en los próximos días, llamará a Miguel Ángel O. M. y a Rubén M. C. para comunicarles los cargos que pesan sobre ellos. En ese momento, ambos podrán declarar.